Virgo... los virgo de mi vida... de un hombre cáncer

Hace tiempo que en mi vida se han instaurado unos personajillos, macho uno, hembra otro, que tienen un común su horóscopo, tal vez sea solo una coincidencia, o tal vez, en mi madurez, siendo un niño que no quiere dejar de serlo, ellos han puesto la cordura, la paciencia, y el punto sobre la "i", para que por fin comience a ser lo que debo ser... un hombre... jajaja.

Es cierto, Anabel, y mi gran amigo desde hace, bufff... 21 años, Carlos, coinciden en ser Virgo.

No voy a disertar sobre como son, solo voy a reflejar detalles que me han servido para mejorarme, para encontrar soluciones a problemas que he tenido, y que tengo.

Ayer mismo, partido de Padel, Anabel y yo, contra Carlitos... jajaja... me tuvieron que callar, porque soy muy exigente en todo, y no me gusta perder, soy de esas personas que lo dan todo, y en una cancha, pues lo dicho a muerte... y en vez de animar, machaco a las personas con comentarios, es uno de los problemas de los cáncer, somos así, aunque parezca algo superficial, somos capaces de armar nuestro peor arma, la lengua, y soltar palabras que no pensamos, y las decimos, y herimos.

Otro de nuestros problemas, es que cuando nos ponemos nerviosos, estamos muy tensos, y somos difíciles de manejar, siempre he dicho, que cuando el hombre cáncer está cerca de perder la compostura, cuando notas que su tensión es extrema, no tires más de la cuerda, no le busques, no le atosigues, porque su reacción es incontrolada, ya que podemos salir por cualquier lado, lo más sencillo, huir, y refugiarnos en nuestro castillo, o tal vez sacar todo la porquería que creías olvidada, pasada, y sobre todo enterrada, y mostrártela, nueva, fresca, viva, como si acabara de ocurrir, porque el lujo de detalles es hasta doloroso, cuando tal vez hayan pasado dos años de eso que te recordamos.

Carlitos y Anabel saben tratarme, me aprietan, pero nunca ahogan.

Ambos me han visto un día muy nervioso, perdí un poco las formas, no por ellos, si no por la propia presión que yo me meto, era una tontería, simplemente un tema de organización, porque en eso ellos fallan, o tal vez es que los cáncer planificamos casi todo, y ellos, son más livianos, y claro, los malos astros se alinearon y llegamos tarde a un sitio, y no se podía aparcar, y quería estar allí... y... y... yo solo me subí por las paredes... y yo solo la cagué... ellos ?... pacientes y tranquilos, dejaron que me alejara en aquel momento... cuando podían haber dicho algo, pero no, callaron, sabían que era un subidón, y ya está.

En eso son un regalo para mi, pacientes, sobre todo cuando yo lo necesito, y esa paciencia, se refleja en mi seguridad, cada día me siento más tranquilo, tengo menos salidas de tono, menos nervios, más tranquilo, más sosegado, provoco más amor, más paz, mejor persona.

Aunque también ellos son reclamadores, vaya que si lo son, dan, pero necesitan recibir, y es ahí, donde el hombre cáncer gana por ventaja, porque cuando sentimos la necesidad en el otro, nos lanzamos, mimosos, atentos, cuidadosos, galantes, amigos, compañeros...

Pero sin ellos, mi vida sería mucho más difícil, como ya lo fue...

Por eso, como me dijo una vez una persona : "Pedro, te mereces ser feliz de una vez..."

... a eso me dedico... a ser feliz con ellos... a ser yo mismo... gracias a mis virgos...




P.D. En especial hoy a Carlitos, que cumple años...