De la distancia y el tiempo...

Hoy mi mañana me trae un punto de nostalgia, y sobre todo de mucha dulzura, es de aquellos días que no crees que nada ni nadie, vaya a poder cambiar ese momento de paz y tranquilidad que te rodea, debe ser la presencia cercana de una semana de vacaciones, o el proyecto que tengo en mente, o tal vez... tal vez...

La distancia... uyyy... que complicado tratar sobre este tema, así que primero lo definiremos como a mi me gusta, yo hablo de dos términos la distancia real, sí de esas que se pueden medir con utensilios, ya sea un metro, una cinta métrica, con contador de kilómetros o hasta con pasos, ya sean en unidades de sistema internacional, o en sistema de millas, como los ingleses y los americanos, que siempre tienen que dar la nota... la cuestión es que se trata de algo físico...

Quien no ha parado en un pueblo más parecido a un páramo que a eso, un pueblo, y casi sin darse cuenta ha preguntado a un hombre campechano que tomaba la sol en una tarde fresca, y le ha lanzado la pregunta peligrosa, la de cuanta distancia hay a un destino... jajajaja...primero hay que preguntarle de donde es, porque si nació y se crió en ese pueblo, pues su respuesta será consonante con su vida... cuando dicen a diez o veinte minutos, o cinco o seis kilómetros, ya te puedes preparar, espero que vayas con coche, porque como sea andando, o en bici, te va a parecer que tienes delante de tí una prueba de Iron Man...jajajaja... pero es así, las distancias en las urbes son necesarias, vivimos de ellas...

Hace poco tenía previsto un viaje a un país centro americano, Costa Rica, y una de las cosas particulares de allí, es que no hay distancias kilométricas, no hay indicadores en las carreteras de aquellos paises, no, es relativo el tema de la distancia, porque lo que vas a tardar es más dependiente del clima, de las lluvias, del estado del camino-carretera, que de las distancia en sí... y en un pueblo, pues imaginar... imaginar que todo se ralentiza, que las horas pasan sin darte un atisbo de su duración, entonces qué?... pues eso, que se relatibiza, y que lo que tarda una persona, o el concepto de la distancia se hacen etéreos... en Barna te dicen que algo está a dos manzanas, y si no es así, te dan ganas de darte la vuelta y buscar al "mentiroso" que te comentó eso... en cambio en el pueblo.. bueno, en el pueblo no, pero cuando luego recuerdas tus vacaciones y el viaje, ves aquel despiste de aquel hombre, como algo gracioso y anecdótico de contar...

Pero la distancia de la que quiero hablar no es de esa, hablo de la distancia que dos personas sienten que las separa, porque de esto tenemos mucho, mejor dicho, muchísimo para hablar... hay situaciones donde apenas unos centímetros pueden llegar a parecer polos opuestos, o hasta planetas de diferentes nombres, personas que hasta conviven dentro de un mismo hogar, o que comparten un mismo techo, pero que derrogan lo que es una situación de cercanía, y que necesitan sentir que esos centímetros son realmente miles de kilómetros, distancias que necesitas sentir que se ubican en apenas el metro cúbico de aire que te separa de él... es una situación muy poco agradable...

Otras veces la distancia es relativa, hay momentos en los que quisieras tenerlo al lado mismo para darle un mordisco de esos que se quedan los dientes marcados, pero en cariñoso, distancias que necesitas muy cortas, en las que poder aspirar el aroma de su perfume o de su colonia, distancias en las que el invierno frio te invita a sentir más que nunca el calor que emana su cuerpo, distancias que no puedes ver grandes, porque según crecen te ahogan... aunque también se puede dar el momento en el que todo cambie, en el que de pronto sus gestos, sus formas, sus maneras, van variando, cambiando, y entonces vas poco a poco deseando que esa distancia de sensaciones, vaya in crecendo, vaya ampliándose, que si pudiera ser factible su jefe lo enviará a muchos kilómetros de donde estás tú, aunque en verdad sea a la ciudad de al lado, necesitas sentir que se aleja, no físicamente, pero sí que te da tiempo y espacio para respirar... momento variable, momento yo... distancia corta y larga...

Luego hay los que separados por miles de kilómetros o cientos de ellos, van dibujando un clima tan agradable y real, que muchas veces sienten la presencia del otro tras la pared cercana, a veces en una llamada la voz suena tan cercana y real, que crees que abriras la puerta de la habitación y podrás encontrar a la otra persona tras el muro, como escondido, como jugando con tu corazón, porque en esos momentos necesitas sentir eso, su acompañamiento, su momento, su olor, su aroma, su ser, personas que nos regalan su amistad, personas que son sinceras y fuertes, personas que nos ayudan a ser mejores y como no, diferentes... esa distancia es mínima, desaparece...

La mejor la distancia corta, muy corta, ahí es donde verdaderamente te la juegas, como en un anuncio que había antiguamente, en las distancias cortas es donde un hombre se la juega, y me pregunto yo, y la mujer?...jajajaja...

Otra es la distancia que tenemos entre nosotros, yo que escribo y tú que lees, distancia que se siente cercana y lejana, cercana cuando consigo transmitir lo que quiero y deseo, roce, cariño, atención, amistad, entendimiento, acompañamiento, y lejana y dura cuando no nace nada de mis dedos, o cuando lo que nace, no transmite, es inerte, con poco futuro...

En apenas 48 horas me marcharé lejos, a nadar y hacer inmersiones en el Mar Rojo, en la costa de Egipto, lejos pero cercano, necesario para mi desconexión, y os echaré de menos, a todas, sin dejarme ni una, seré feliz, pero triste, la distancia, la que me va a separar de todo el mundo... la que también necesito, para encontrarme un poco a mi mismo... inmersión... solecito... lectura... y pensar un poco...

Os deseo un magnífico día... Agur....