En algún lugar del planeta...

... me encontraré en unas horas, tal vez puedas con un dedo marcar la típica bola que todos deseábamos desde pequeños, esa bola que había en el cole, esa que giraba sobre si misma, y que además rotaba, esa en la que podías poner un dedo sobre una zona, y sentir como de pronto la presión que ejercías se transmitía sobre todo la superfície real, pues en esa bola andaré yo, sin lugar fijo ni dirección conocidad, en el mar, concretamente en el Mar Rojo, varios días en un barco de submarinismo, apenas con capacidad para catorce personas, y somos diez, mejor, más anchos...

Ya estoy saboreando los amaneceres, que el que me conoce sabe que son mi pasión, madrugar no fue nunca un problema para mí, tal vez la cara muy hinchada, y como no es que sea una hermosura, jajaja... pero siempre con una sonrisa... ver empezar un día lejos de casa, sin tierra, sin otro aroma que el mar, me ilusiona, y como no, ver atardecer, sentir el frescor de una cerveza en la mano mientras el sol se despide de la que es su novia imposible, la luna, mi otra gran pasión, como no, lunático... con sus cambios, variaciones, eclipses, nocturna, desconocida, capaz de deslumbrar y de no importar...

Me quiero despedir de vosotras hasta el día 15, me gustaría que en parte, cada mañana sintieráis mi apoyo, mi calor, mi acompañamiento, que todos esos proyectos que tenéis en mente, y a los cuales os sentis atadas, se fueran desarrollando, que esas cosas que os ahogan, y que queréis acabar de una vez, se vayan eliminando, sé que en parte, la lectura de mis palabras han significado para algunas personas una charla, tal vez la sensación de que un amigo se sienta al lado y le cuenta una historia, porque sí, soy un verdadero cuenta cuentos, nunca mintiendo, porque no me gusta, pero soy de esos hombres que nacieron para ser abuelos, para tener a los nietos a mis pies mientras les cuento batallitas, solo que de momento no están, ya vendrán... así que lo que hago es que me dispongo al otro lado de esa mesa en la que tomas el café, ya sea en el trabajo, o en el bar de abajo, y te doy los buenos días, me siento y te cuento, y luego, cuando el clima es el ideal, entonces, es cuando tú me dices lo que te quema, lo que te gusta, lo que te apetece...

Os voy a echar de menos, y aprovecho este post para dar las gracias a todas las personas que se pusieron en contacto conmigo, todo el mundo ha recibido respuesta, tal vez alguna excepción, pero la tendrán, y también siento a quien me descubrió antes de ser cancer lunatico, que ahora tal vez haya sentido que está apartada de mi vida, pero no es así, mi amiga solidaria, que se va con sus niños de centro América, suerte...

No me gustan las despidas, porque esto no lo es, además, como dice un amigo, un avión se cae cada 25 años, y ya tocó por desgracia hace poco, otro comenta que hace poco se ha visto un tiburón tigre en el Mar Rojo, jajajaja... leyendas urbanas... lo que de verdad me preocupa es disfrutar, reencontrar al hombre que llevo dentro, y como no, saborear a la mujer que también hay en mí, dedicarme un tiempo, que es de largo lo que más necesitamos muchos, lo que pasa es que la vida no está diseñada para ello, el trabajo, la pareja, los hijos, las exigencias, las obligaciones, demasiadas cosas para apenas disponer, y en el mejor de los casos, de una hora para tí... así que si la tenéis, disfrutarla, coger ese sofá, dejar un rinconcito para mí, estiraros, abrir esa botella de vino blanco, y os digo uno, que no es publicidad pero a mí me encanta, el Masia Bach, el Estrísimo, pero el Semi-dulce, entra de miedo bien fresquito, y sí, si te bebes un par de copas, entonces se te pone una sonrisa... pues eso, copita de vino, sofá, y mi rinconcito... y sonreir... al aire, cerrar los ojos, y sentiros las reinas... que lo sois...

Hasta dentro de algunas lunas y de algunos soles...

Es un placer estar aquí, y sentirme cercano a tí... solo intento, con mucha humildad, transmitir la energía y la buena sintonía que me embarga cada mañana... Agur