Quiero empezar, por agradecer la atención que cada uno de vosotros me habéis prestado, tanto los que han visitado alguna vez mis post, como a los que habéis ido más allá, contestando con correos, diciendo que leerme era para algunos un alivio en su ya duro camino diario, siendo motivo de reflexión para otros, o aquel que simplemente fruto de la casualidad cayo en uno de mis post y se fue encontrando a si misma en mis palabras y mis frases. Por todos vosotros y en agradecimiento escribo este post y tal vez alguno más.
Hoy he encontrado la respuesta, la respuesta a mi pregunta, os la recuerdo, Me quedaré solo?
Ahora aquí, con la fría oscuridad que por una vez se ha vuelto mi aliada, sentado al lado de una cama de hospital donde se encuentra la persona que me trajo a este mundo, es donde he podido darme cuenta de la realidad. Porque en este momento comienzo a devolver todo el amor que me ha dado en su vida, desde el momento del nacimiento, así que no puedo fallar, ahora que tengo la oportunidad de regalarle todo el cuidado y la atención que ha forjado en mi, es cuando más mimos y cariño surgen por mis poros, de mi piel nace el empeño por ser el buen hijo que necesito ser, que he sido siempre.
Quien pudiera ser bebé en este momento, ser un recién nacido que muerto de miedo, de frío y de hambre llora desconsolado, esperando recibir consuelo, esperando que el mundo le dé algo que se merece… y de pronto escucha la voz, nota el calor, siente una presencia, la presencia, el ser que lo ha portado durante nueve meses en su interior, y su ser se llena de tranquilidad, de paz, de alimento…quien pudiera poseer esa pureza que solo los que acaban de llegar poseen.
Pero ya no somos personitas de pocos días, muchos años adornan nuestra vida, iluminan nuestro camino eliminando las penumbras que lo han podido ensombrecer, y llega tal vez el momento de sentarse, mirar y buscar. Y eso me ha sucedido. Me he podido parar, dedicar un tiempo a contemplar, y ver que a veces la vida te da respuestas, tan obvias que las deniegas por demasiado evidentes.
Mi respuesta está en la cama de al lado. Dos personas, una convaleciente y otro cuidándola en esta larga noche, y ambas sexagenarias, es decir, en un momento de su vida en el que todo es ya lento, seguro, sin oscilaciones vertiginosas, y ahí están los dos, mimándose el uno al otro, cada uno a su manera, compartiendo una etapa de la vida, con la entereza que da la edad, superando seguro situaciones pasadas mucho más complicadas, oh no, pero siendo una unión que supere los altibajos, los obstáculos del camino en pareja. Esa es la respuesta, ambas son la respuesta.
La madurez acompañado, la madurez que se alcanza cuando uno tiene la experiencia suficiente para valorar cosas que hasta ese momento no ha sabido manejar, calibrar, sopesar, esa es la respuesta. Sacrificar ahora lo mundano, lo superficial, hacer valer lo que une, brillar lo que da fuerza, saber buscar la persona que te mira a los ojos, la que te dice las cosas a la cara, la que te hace navegar en un mundo de pasión, la que te cuida cuando te enfermas, la que te canta las cuarenta, la que está a tu lado, en los buenos momentos, y más en los malos, la que buscas con la mirada, la que sin decirte nada ya te cuenta todo, la que quieres tener a tu lado.
Ahora lo empiezo a comprender, se trata de encontrar y valorar, no solo de encontrar, se trata de querer compartir todo, se trata de que yo también quiero vivir momentos importantes, ser la voz que el bebé interpreta como el orden, la entereza, la ley, la seguridad, el tono agudo y varonil que es el padre, porque quiero ser padre, no quiero que me lo nieguen, necesitaré disfrutar de los primeros abrazos, los que dan tanto miedo a cualquier padre cuando los comienza a imaginar, o tal vez a soñar en los meses previos al nacimiento, pero que a la hora de la verdad se convierten en mera rutina que parece que lleven toda la vida haciendo.
Pretendo ser mejor, pretendo seguir escribiendo aquí sabiendo que a alguien le hago un bien, aunque sea solo a una persona, eso ya me vale. Pretendo buscar las miradas en el mundo real, pretendo buscar a esa mujer que me sepa maravillar, esa mujer que me deje quererla, y que quiera querer, esa mujer que sin ser perfecta, esté llena de errores, errores que la convertirán en natural, en homogénea, en real, en completa, como mis errores me hacen a mí vivo, consciente y entero.
Sin prisas, ahora no tienen motivo de ser, no hay una necesidad urgente, tal vez como alguien me dijo, sea casi imposible encontrar a esa persona en el mundo real, tal vez solo en este medio somos capaces de despojarnos de nuestras pieles protectoras, tal vez aquí somos valientes y arrogantes, como lo puedo ser yo ahora, contando mis necesidades, tal vez las personas que han dicho “yo estoy aquí” a través de esos mails de respuesta, me han transmitido más en cuatro frases que lo que han transmitido a otras personas en miles de horas.
Compartir, escuchar, respetar, creer, navegar, caminar, perdonar, esas son premisas de una pareja que busque buen puerto, como debe ser también ser férreos, defender la parcela, no permitir la falta de respeto, mantener el espacio personal… Si todo lo anterior se va sumando, aunque sea poco a poco y a base de mucho esfuerzo, puede que tengamos suerte, y puede que seamos privilegiados, llegando a donde pocos han llegado a la felicidad en pareja… y quien sabe, tal vez dentro de unos años estemos cuidando de la persona que ha compartido su vida con nosotros…en un hospital, con la oscuridad por aliada…
Agur
P.D. Como excepción, y como amante de las PD, quiero mostrar mi esperanza en que todos tengamos una respuesta, un o una acompañante en nuestro camino, que no puedo particularizar los mensajes ni los textos con personas nuevas, porque todas os merecéis más de lo que yo os puedo dar, por eso, y siendo consecuente, esta es mi respuesta, mi presencia en estas líneas, que no son otra cosa que vuestras palabras, vuestros sonidos, vuestras inquietudes, vuestros deseos, que yo tal vez a través de mis dedos completo y traslado a esta pantalla, porque puede que cada persona vea en parte de todo esto, parte de su vida, de su experiencia, de su futuro y tal vez de su pasado. Gracias.
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