martes, 25 de marzo de 2008

Miedo (Despedida)

… ayer alguien me culpó de no ser yo mismo, de que tal vez todos los “por la mañana” que han surgido estos últimos días de mis dedos, no han sido lo que se esperaba, lo que yo esperaba que fueran, tal vez porque no he fluido por miedo, por miedo de depositar mis sentimientos verdaderos en todo esto, en este fluir de palabras.

Hoy me despido de vosotros, no quiero más, porque no puedo depositar mis verdaderos sentimientos aquí, dejados de la mano de Dios, aunque en verdad me gustaría seguir mostrándome, despojando todo lo que me pesa, todo lo que en algún momento me atormenta, como me atormenta tener 35 años y no haber sido capaz de entregarme al 100 por cien, siempre con remilgos, siempre con alguna excusa, aunque es cierto que soy muy exigente conmigo mismo, porque aunque nunca he estado al 100%, sí que es verdad que mis parejas han podido disponer de mi como nunca van a disponer de nadie, y lo saben, es cierto, aunque duela reconocerlo, como a mi me duele reconocer que podría haber sido mucho mejor, siempre se puede ser mejor.

Pero tengo miedo, y cada vez más, tengo miedo porque mi listón ya casi no se ve, lo que debería haberse mitigado en el tiempo, ha ido in crecendo, ahora ya casi no se ve el soporte que resguarda al maldito listón, ahora ya no hay tanta gente alrededor, no hay voluntarias que se atrevan a saltar, tal vez porque estando tan alto provoca miedo, provoca un miedo atroz, porque la caída, ay la caída, puede ser dolorosa. Y yo sigo con mi miedo, con mi miedo de no ser capaz de ser el hombre que se esperaba que fuera, ese que debería tener su hogar, su mujer, su descendencia.

Vivir de recuerdos es un hecho que todos hemos padecido, tal vez porque el apego al pasado ha servido para intentar vivir un nuevo futuro, por prepararnos para volver a dejarnos llevar, en cambio esos recuerdos muchas veces atormentan, muchas veces no consiguen el buen propósito que tenían, muchas veces merman la ya difícil harmonía del día a día, por eso basta ya, mi miedo me ha hecho alimentarme de los buenos momentos que se dilatan en el espacio y el tiempo, un tiempo pasado, y no me han dejado mirar hacia delante, volemos, salgamos a la calle, abramos los ojos, soltemos una sonrisa, regalemos alegría, miremos con cariño, disfrutemos de esas miradas perdidas, de esa chica que mira con misterio y con timidez a ese chico mientras se cruzan en el paso de cebra, como si no fuera más que eso un momento, un momento que le arranca brillo de los ojos, que la hace sentir bien por un momento, y si por casualidad el chico le ha devuelto la sonrisa mirándola a los ojos, entonces es ya un momento único, y difícil de repetir, por eso ahora toca buscar esas sensaciones y volver a devolver las sonrisas.

No lo voy a negar, necesito ayuda, tal vez algún profesional de la psicología, o tal vez no me pase nada, simplemente lo que a todo el mundo, que acabamos teniendo miedo al compromiso, al contrato, a la unión, al entregar todo lo que tenemos, pocas personas se lanzan por amor, por no decir ninguna, todos nos hemos vuelto egoísta, y el que no piense así que tire la primera piedra.

Hoy el “por la mañana” es por la tarde, porque me apetece decir adiós, porque quiero agradecer las visitas que ha tenido, porque hoy entre estas líneas, podéis verme en mi verdadera dimensión, un hombre-niño que ha querido estar ahí, tal vez para que leyendo mis palabras alguno se diera cuenta de que no navega solo, que todos tenemos problemas, que es cierto que a veces la niebla no nace, la creamos, la creamos para tapar grandes defectos, grandes errores, grandes fracasos, rechazos, olvidos…

Mi niebla se viene conmigo, porque mi camino es largo todavía, muy largo, muchos años me esperan en mi lucha, la lucha que tengo conmigo mismo, por intentar ser mejor, por no volver a caer en los errores históricos, por saber pedir perdón, perdón a todas esas personas a las que le he hecho daño, que no ha sido con intención, que para nada me gusta dañar, que no quiero sufrir, y menos todavía provocar dolor.

Os doy las gracias por vuestra atención, y siento haber molestado si alguien se ha molestado.

Ahora solo de vez en cuando un relato corto, o una descripción de algún momento erótico mental… pero sin sentimientos.

Ha sido un placer. Me voy sin estar preparado, pero es el momento, o yo creo que es el momento, el momento de no depositar más cosas aquí que solo podrían provocarme dolor o tal vez alegrías…pero tengo miedo…

Agur.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chico lunático me gustaría que e despidieras de tu miedo en lugar de despirte de nosotros, pues ya sabes lo que dicen nuestros miedos desaparecen cuando nos enfrentamos a ellos, nadie dice que sea fácil hacer eso o que no se sufra pero...yo creo que es mejor sufrir que no dejar que nuestros miedos no nos dejen ser nosotros mismos.
Por último, sólo decir que ha sido un placer leerte!

Un Cordial Saludo de otra lunática!!