martes, 17 de enero de 2012

Un país sin "moral"


Sí, un poco es así, porque en mi entorno lo veo cada día, las personas no luchan como antes, nos sentimos todos apagados, compungidos, y la verdad es que me encantaría tener una varita mágica para cambiarlo todo, pero no tengo ese don.

En lo laboral, las personas, al contrario de lo que podría parecer, llegan a los puestos de trabajo en modo "grisáceo" como yo digo, ves que no dan lo mejor de si mismo, como hacían hace 3 o cuatro años, y parece una utopía, ya que en los tiempos que corren, deberías mimar el hecho de tener un puesto de trabajo, pero somos Spanish.




Aquí solo funciona el tema del fútbol, por eso mañana tendremos una pequeña dosis de olvido de todo, además, esta vez se lo han montado perfecto, no lo dan en abierto en los hogares españoles, ni siquiera en lo autonómico, la idea es clara, todos al bar, para ver fútbol y como no, que lo rieguen con alcohol, uno de los inhibidores más potentes de la personalidad.

Total que nos usan, como casi siempre.

Esta misma nochevieja, me quedé un poco asustado. Estuvimos en casa de una amiga de Anabel, y la cosa fue tranquilita, no es una noche para jolgorio y gran fiesta. Total que hacia las cuatro de la mañana nos ibamos para casa.

Noté, que en todos los cajeros había "COLA"... es decir, la gente a las cuatro de la mañana, estaba sacando dinero, y os puedo asegurar que andamos como 6 manzanas hasta llegar al coche, por no decir más, y vimos no menos de diez cajeros automáticos.

Pensé, como casi siempre hago cada vez que mi mente capta algo extraño, que todas esas personas salieron con un dinero limitado, para celebrar, pero no para mal gastar, porque pocos tenemos para mal gastar, más bien para sobrevivir. Y en el clamor de la noche, del jolgorio, del alcohol, llegó el dispendio, si no, no se explica facilmente que a las cuatro de la mañana los cajeros sean los sitios más visitados, a gastar lo que no se tiene.

Y es lo que nos pasa, que a la que nos dan un poco de alegría, nos lanzamos.




Yo mismo, este año en la cena de la empresa, pretendía ir a la misma, y para la una de la madrugada, llevar ya una horita durmiendo en casa. Pues no, llegué a las cuatro pasadas, pero es lo que sucede, que estamos todos en el trabajo con cara de manzanas pochas, y de pronto, ves a la misma gente, bueno, lo de ver es un decir, porque la luz es poca, ves a todos bailando, en especial a mi, ya que soy un payasete, y me gusta desinibirme a tope, y claro, eso se contagia y todos a bailar... pues todo era diferente, costaba reconocer a las personas, y puedo afirmar que el siguiente día que hubo trabajo, el lunes siguiente, la gente cuando me miraba, mostraba alegría, sonrisa, y esa energía que antes tenían... lo que yo llamo la moral...

No tengo la barita, pero me encantaría tenerla...

Besos y abrazos, para que los repartaís...

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