Dominique Strauss-Kahn

No suelo comentar temas que me duelen, y menos temas con violencia, porque de hecho, yo soy violento, sí, creo que todos lo somos, en grados, pero lo somos, no podemos olvidar nunca, que de nuestra naturaleza, se deriva ser "animales", y en ella, va innata la violencia, o si no, como defendían en tiempos ha la propiedad nuestros antepasados.

Pero hoy sí hablo, porque me creo con el derecho, y el derecho, por una vez, sonríe al humilde.



Ante todo, la presunción de inocencia debe prevalecer siempre, pero estamos ante un caso especial, en el que parece, que las pruebas del forense, justifican la encarcelación preventiva, y ni siquiera una salida con fianza establecida.

Hoy estoy feliz. Soy feliz. No ante la desgracia, si no ante la justicia.

Un alto mandatario internacional, con un poder casi sobre natural, tiene sobre sí, la duda de si ha cometido un delito de violencia, mejor dicho, una violación, o bien un intento, y a una persona que se encarga del servicio de atención al cliente, en el aspecto más humano de la limpieza.

En mis dos estancias en Nueva York, no sé por qué, pero se me quedó una cosa grabada, allí el que la hace la paga, sin importar si eres o dejas de ser. Es una sensación, como si los dos grandes cuerpos, el de policia y el de bomberos, funcionaran autónomos, leales, y sobre todo legales, sin interferencias políticas como las de aquí. O tal vez fue un sueño que tuve.

Cuantas leyendas urbanas, y no tan leyendas habremos escuchado de políticos y personalidades que han sido registrados una y otra vez en los aeropuertos de USA.

Y esta vez, tenemos que quitarnos el sombrero ante la justicia de USA.

Hoy, y por una vez, me siento bien... pero que nunca se olvide la presunción de inocencia...