Entre el Espidifen y gramepark...

Parece que el virus anda por mi cuerpo, ayer todo el día en la cama, pero sin segundas lecturas, que sé que muchas pensaran que qué aguante tengo... jajajaja... no, ando metido en confluencias de virus que atacan a la cabeza, a la garganta, y que parece que me hayan dado una paliza... eso en lo físico, porque en lo moral sigo andando en las dudas sobre gramepark... esa empresa que debía gestionar mi futuro domicilio...

La vida da pasos, muchos pasos, unos que nos agradan, y otros que nos provocan odio y temor, pero lo bueno es sacar conclusiones positivas de todo ello.

En Santako, o Santa Coloma de Gramanet, tenemos un ambiente enrarecido, pero parece que es una isla en un océano inmenso, pero no, creo que no, que simplmente aquí se les ha ido la mano en lo de llenar la bolsa personal, porque en casi todos los sitios, el poder corrompe a las personas.

Quien no ha tenido compañeros de trabajo, que después de haber recibido un ascenso, cambian, se muestran de una forma totalmente diferente, ya no comparten las comidas de los viernes, o ni siquiera buscan el café de la mañana, parece que lo esquiven. Y qué no decir de las amistades que se modifican, nacen nuevas en esferas más elevadas, y las de inferior categoría, mueren y se marchitan.

Somos humanos, y ambiciosos, es una regla de supervivencia, pero nunca, y digo NUNCA, hay que olvidar nuestro inicio, nuestros orígenes, lo digo yo, que cual ROJILLO, siempre he tenido una postura beligerante en relaciones laborales, pero que de vez en cuando me postulo en mor de la empresa, sabiendo cuando nadar y guardar la ropa, o cuando lanzarme al vacío, desnudo o no.

No sé si tengo un poco de fiebre, o simplemente es que cuando tienes tiempo y puedes plantearte las cosas, todo tiene un caliz especial, un color real que muestra la verdadera dimensión de cada elemento que te rodea, y es en estos momentos cuando te llegan sentimientos contradictorios, la lucha o la dejadez, la contienda o la paz...

Espero que este día se vaya, y que mañana, tal vez vuelva a querer dar caña al mundo, que es una de las cosas que más me gusta, me encanta, no lo niego, volver a meterme con el hombre cáncer, o con la mujer, sí, porque la mujer es ese elemento que nunca he sabido ubicar, nunca, tan diferentes como bellas, tan sensuales como dolientes, tan despiadadas como protectoras, el peor rival, y el mejor amigo...

Hoy mejor sigo con mi silencio... y con mi descanso....