Dudas... o ... miedos...

Hoy no es un día más, es un viernes que llega tal cual agua de mayo, llega con ese frescor con el que caen las gotas de lluvia, cuando te mojas, en la calle, quieto, esperando sentir su humedad corriendo por tu pelo, mientras deseas que pronto tu espalda te reconforte con el baño del agua fria que se va templando según recorre tu piel, hoy mi viernes es así, porque es necesario y sin el divagaría en mil aturdimientos.

Estos días, y a traves de comentarios que se han ido ubicando en unos y otros blogs, capto una idea que hace tiempo me da vueltas por la cabeza, el ser uno mismo. Es cierto que para poder mostrarte hacia fuera, lo primero que necesitas es verte desde dentro, y tal vez solo la soledad, y la sensación de tú y el problema, o tú y la situación, o tú y la vida, te hacen valorar cada instante, sin perturbaciones, sin influencias externas que condicionen tu comportamiento, es cuando verdaderamente te vas a mostrar, cuando vas a ver si tu carácter luchador es una simple quimera, o al contrario una fuerza sobrenatural en un mundo que oprime.

Saber quien eres es sencillo, todos nos podemos ver, pero hay percepciones que se tienen que son equivocadas, quien no se sorprende cuando escucha su voz grabada en algún medio audio, y no hablo de una voz distorsionada, no, hablo de voz auténtica. Te hace dudar, te preguntas si ese tono de voz es el tuyo, te ves como extraño, como poseído por esa entonación, y hasta puede que te rias, que sientas vergüenza, o que simplemente te alegres.

Y ya no hablo de cuando ves tu imagen, pero no la fria de una foto, no hablo del movimiento, de los gestos, de eso que no tenemos en este medio, porque este medio priva de lo maravilloso y natural, del contacto humano. Cuando te ves,, corres, sales huyendo hacia donde sea, porque de pronto te quedas embobado, ensimismado observándote en la pantalla, luego la primera reacción es la risa tonta, y la segunda buscar el defecto, y al final preguntas a todo quisqui si verdaderamente tienes esas maneras, gestos, movimientos, caras, o cualquier cosa que captas.

Pues en persona también somos un poco así, vivimos, padecemos, sufrimos, disfrutamos, vamos caminando, solos o acompañados, pero solo la soledad te da tiempo para tí, para poder ver esa imagen interior, escuchar esa voz que proviene de tí, y es entonces cuando te vas conociendo, cuando te vas valorando, y como no, cuando te vas puliendo, porque todos tenemos aristas, aristas que gracias al tiempo se van limando, desgastando, como si dentro de tu ser la lluvia que te cae sobre el pelo fueran erosionando todo canto vivo, dejándolo redondo, suave, y hasta aterciopelado.

Ese es un defecto, no mirar y encontrarse, porque muchos de nosotros estamos inmiscuidos en búsquedas, búsquedas externas, de personas que nos llenen, que nos hagan sentir bien, en cambio, a nosotros mismos no nos buscamos, tal vez porque cuando lo hemos intentando, no nos ha gustado lo que hemos visto.

Es en ese momento donde me aparecen las dudas, si verme, escucharme, conocerme y actuar en consonancia me hace mejor persona, y eso solo lo encuentro en la solitud de la noche, cuando veré el sol?, hay un punto en el que ya te sientas tan preparado que entonces inicies la verdadera búsqueda?, alguien sabe si hay un momento?, un click?, un chasquido que te hace darte cuenta de que ya ha llegado el instante?, o por el contrario ese hecho nunca se cumple, y siempre andas en la navegación interna, sobre esa barca que no tiene brújula, por tanto vas sin rumbo, porque en ese viaje nocturno no hay estrellas para orientarte, y el sol no sale.

...ese es mi miedo...

P.D. Verdaderamente, uno es uno mismo en el petit comite que es la soledad...