... lo han conseguido, hacía mucho tiempo que no conseguían que se me pusiera el nudo en el estómago, que el sudor fuera brotando poco a poco por mi nuca y mi sien, que los nervios agarroten mis piernas, que el dolor de rodilla se ubique hasta en la buena, que la tensión que siento en los brazos se vuelva piedra, que mis dedos sean torpes escribiendo estas líneas... hoy en el mundo laboral me han vuelto a tocar la fibra.
Es extraño, uno de mis grandes defectos en la vida, ha sido darle demasiada importancia al mundo laboral, y para mi sorpresa, hoy me doy cuenta de un detalle, que en este blog no he casi hablado del tema, que he conseguido mantenerlo fuera, que no he ubicado en su interior ni uno solo de los personajes que más horas comparten conmigo, mis compañeros. Que no he sufragado en estas líneas ni una sola de las malas horas que me han hecho pasar, que ni la alegría que me hayan podido provocar se ha asomado a estos textos.
Pero hoy han conseguido ponerme cerca de la ira, rondando las ganas de coger una pataleta, mis hormonas femeninas me hacían ir hacia un rincón a soltar pataditas, y a la vez maquinaban la mayor de las venganzas, la fria, la que se mastica, la que se paladea, la que de verdad duele.
Pero como siempre me voy a diluir cual azucarillo en una buena taza de café caliente y oscuro, para darle un sabor tenue, agradable, como al final del día acabaré siendo. Eso sí, si os cuento la de cosas que he llegado a maquinar durante una buena parte de la mañana, jjajajaa... acabo con todo el personal que sobra en plantilla según el departamento de recursos humanos.
En cierta forma me encantaría saber como lo hacéis en vuestra vida diaria, no solo en lo laboral, que a fin de cuentas es el lugar donde más encasillado tienes a todo el mundo, quien no se conoce pasando tantas guerras y tantas horas juntos. No, pregunto por lo que para mí es desconocido, el vivir en pareja, el tener buenos y malos momentos, pero cuando los malos son malos de verdad, de esos que te provocan unas ganas asfixiantes de pillar la puerta, cosa que me he prometido no hacer nunca, no sé si seré capaz, pero me gustaría saber como ante ese instante, reaccionáis.
Me hace gracia ver como la gente habla de lo feliz que es en su vida, y luego solo hace que buscar cosas nuevas fuera, como si creyéramos que lo de fuera es lo bueno. Creo que con estas situaciones extremas pasa igual, que cuando suceden, la reacción natural que se tiene cuando se evalua el hecho, tal vez unas horas más tarde, es que "ya vale", o "ya no aguanto más", o "es que se pasa tres pueblos", y la salida rápida y fácil es pensar que fuera eso no existe, que fuera todo es paz, harmonía, tranquilidad. Si el problema es en la empresa, pues cambio de trabajo. Si es con los amigos, pues amigo menos. Si es en el equipo, o se marcha el, o me marcho yo. Si es en la familia, poco contacto, o menos todavía. Si es en la parera...... boooooommmmmm que no nos pase nada...jajaja...
Ahora sonrio tontamente a la pantalla, con cara de bobalicon, de hasta buena persona, quien me viera ahora pensaría que que buen chaval que soy, quien pudiera ver mi mente hace un par de horas, pensaría que como puede ser que yo ande suelto por la calle. Tal vez problema de no tener control, o de tenerlo en forma extrema, jajajaja... a lo mejor la solución sería no acumular tanto, y saltar, con algún chillido a lo mujer, o con algún golpe autoritario, de forma que se dieran cuenta de que existo, y no preparar dinamita poco a poco, y luego meterle fuego a la mecha con un lanzallamas...
Por hoy me despido, me voy con mi nudo en el estómago, me voy con las ganas de dar un bocado en la yugular, con las buenas intenciones, con las malas, con las restantes, me voy a una asamblea de comité, a escuchar más historias que acaben de estropear el día... en parte creo que todos somos un poco masocas, pero yo más...
Que tengáis una buena tarde...
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