lunes, 12 de mayo de 2008

Por qué TÚ lo vales... y por qué es tu CUMPLEAÑOS... Felicidades

Historia de mi 22 de Abril de 2008

Hoy es un día más en la lista de los días de mi vida, tal vez desangelado por lo pronto que me he levantado, o tal vez simplemente me he sentido con la necesidad de extremar la hora de despertar para sentirme más vivo, debe ser que me hago mayor, porque es cierto que solo los abueletes son los que madrugan por placer, o por devoción, o por miedo a no tener un despertar al día siguiente, no sé, nunca les he preguntado, pero hoy, yo, he adelantado casi una hora mi despertar, apenas son las cinco de la mañana...

En si sí sé que me pasa, no quiero engañarme, me siento mal porque he dormido poco, porque ayer por la noche la ansiedad me pudo, porque ayer necesitaba tener ese vínculo que a veces me han negado, pero que ayer fué diferente, fue duro, fue como perder algo. Cierro los ojos y vuelvo a la tarde, vuelvo a los mails que se cruzaron, y recuerdo que en el último le pedí que me llamara, le pasé mi teléfono varios mails antes, porque en un principio hoy quedábamos para cenar, pero necesitaba algo más, necesitaba algo humano, un sonido, una voz, unas palabras, necesitaba sentir que no todo se fundamentaba en unos mails y una foto. Pero no hubo respuesta. No, para nada.

Eso es lo que me corroe hoy por la mañana, es lo que me desespera porque tenía ilusión, ilusión como he tenido pocas veces, ilusión porque por una vez dejé al lado todos los miedos, rencores, errores, aciertos, comedidos, desamparos, todo lo dejé al lado para conocerla, sabiendo que podía ser peligroso, porque ahora mi corazón está descubierto de protecciones, pero siempre me quedan las últimas barreras, esas que se desplegan en momentos puntuales, débiles, pero asustadizas, mucho ruido y pocas nueces, pero siempre están...

Mi día comienza laboralmente movido, además aunque uno no quiera, lo personal, muchas veces afecta en lo laboral y viceversa. Total que hoy salto ante cualquier exigencia, ante cualquier muestra de guerrilla allí estoy yo con mi batallón, para entablar la refriega que haga falta, y ellos no tienen culpa de nada, pero ... Mi día transcurre con desamparos, y con refriegas lights, así mientras, mi cabeza solo piensa en que la culpa fue mía, debo exigir el teléfono si yo lo doy... sigo dando vueltas a algo que ya no tiene motivo, porque no hay nada más inadecuado y tiempo perdido que dar vueltas a algo que tú ya no puedes modificar, o a algo que no depende de tí, es un factor que a todos nos corroe, en parte a mí mucho, demasiado, alguien me dijo una vez que no empezaba una relación en serio, porque estoy acotumbrado a tenerlo todo controlado, todo en mi mano, en cambio, una relación es algo eminentemente descontrolado, algo que depende de otra persona, que ya no está en tu poder, que ya no manejas, simplemente formas parte de ello, y que razón tiene mi musa...

Así el día llega a la hora del almuerzo, intento cambiar un poco, no juntar tanto las cejas, disfrutar de la conversación en la mesa, ser partícipe, y olvidar lo que no puedo olvidar, esa imagen, esos ojos en esa foto. Parece que consigo volver a ponerme en marcha. Recupero el aliento, y ya no miro tanto el movil. Vuelvo a navegar.

Volviendo después a la mesa de trabajo, observo que en la pantalla me avisa de varios mails recibidos, abro el correo sin la inquietud agonizante de encontrar nada de ella, tal vez si que me estoy preparando para apartarla del centro de mi mente, puede... pero... hay tres mails, dos laborables, y el otro....Síiiiiiiiiiiiii de ella... me habla de que está claro que quedamos esta noche, me habla del lugar, y se justifica en no haberme llamado ayer por una afonía, y además me da su movil para evitar errores en esa cita nocturna que ibamos a tener.... bufffff.... mi vida da un vuelco, de pronto todos los trabajos matinales para evitar pensar en ello, se vuelven nulos, desaparecen, mi corazón galopa en dar una respuesta al nivel que se merece, porque aferra la cita, da explicaciones, y entra en el quid pro quo con el tema del teléfono, que más puedo pedir ? ... jajajaja... disfrutar del momento.

En ese instante todo entra en un torbellino de pensamientos de situaciones, de agenda, piensas en la hora en la que vas a plegar, en como te vas a vestir en que hacer... los nervios me poseen, me agobían estas paredes, necesito soltar lastre, desplazar mi mente de los problemas que se han amontonado, de la presión que solo yo he ido introduciendo... Salgo pronto de trabajar, contento, y me voy a casa. Pero no, yo soy diferente, me quedan unas tres horas para la cita, y en vez de quedarme en casita tranquilo, yo no puedo, no, me voy con la bici, sobre la marcha marco un intinerario, además cometo el error de llevarme conmigo la ansiedad, sí esa que yo creía que se quedaba en la cama, mientras me vestía de ciclista, porque solo tengo eso de ellos, el atuendo, bueno eso y un buen par de piernas... pero no... venía conmigo... el recorrido noté que era diferente al de otros días, en vez de rodar tranquilo, era todo un abanico de golpes de pedal, de energía extra, de nervio puro, estaba consiguiendo quitar presión, sacar el lastre, parecía que me presentaría con la tranquilidad necesaria para ser yo mismo. La verdad es que era muy difícil regularse, a penas imposible, mantener la respiración,era un caballo desbocado... y claro... normalmente en esas situaciones pasa lo que no debería pasar nunca... bajo como un loco la montaña que he subido como un animal... y .... zassssssssssssssss.... vaya torta que me he pegado... a penas consigo ser capaz de saber si soy yo el que estoy encima de la bici, o es ella, o donde estamos... jajaja... hace años, estas tortas las saldabas dando un salto, te volvías a poner de pie, y era cuando llegabas a casa que veías los daños... pero con 35 años, pues eso, te paras, respiras, miras, detectas si tienes brazos, si las piernas siguen ahí, y buscas tu corazón que seguro que se ha quedado en el camino por ahí tirado... que susto... y entonces empiezas a mover todo lentamente, buscando tal vez un pinchazo que marque un dolor puntual, pero no, duele ,vaya que si duele, pero duele todo a la vez, eso es bueno... me levanto, reparo un pelín la bici y para casa... me doy cuenta de que estoy hecho un mapa, barro, sangre, polvo, arena, piedras... y dolor...

Así llego a casa... y ahora la duda... qué hago??? ... me queda apenas cuarenta minutos para la cita, y no le voy a decir ahora que me he caido de la bici, además la ropa que tenía pensada para llevar, pues eso, que no pega... la manga corta con el brazo hecho un desastre ya no es la combinación perfecta, además la pierna la tengo destrozada... jajajaja... me rio por no llorar, y seguro que si le digo que no voy por la torta de la bici, o se preocupa demasiado, o no se lo cree y piensa que es una excusa más... pues nada a la ducha... allí mis gritos se escuchaban por todo el vecindario, sacando las piedrecitas de las heridas, y limpiándolas con jabon para evitar males mayores.... total que al rato, y después de vendajes gasas, y esparadrapo, parezco un mapa... pero listo y con una sonrisa para ir a la cita...

El tráfico me ayuda, sin querer casi llego a plaza universidad, y sí, el milagro vuelve a suceder, un samaritano saca su coche de la zona azul, y me deja un hueco, pero es que además ya no se paga, y flipando aparco el coche casi al lado de plaza catalunya, que bien. Hago un par de llamadas, porque he llegado pronto, y me dispongo a salir del coche para ir a su encuentro.

El paseo son apenas tres calles, muy cercano, y de pronto los nervios que se habían centrado en el dolor agudo que sentía en el brazo y en toda la pierna, empiezan a ubicarse en la cita, porque según vas bajando hacia el Zurich (qué orginal, no?) vas buscando un sentido a todo, vas queriendo pensar que lo que estás haciendo tiene un fundamento, colocas mentalmente su foto en tu mente, justificas un poco todo, y sigues caminando.

De pronto estoy entre el Zurich y El triangle, será el de la Bermudas? jajajaja tiene que serlo, porque de pronto, miras a tu alrededor, te crees que estás solo, que no hay nadie más que haya quedado para tener una cita a ciegas, y miras... jajajajaja... el espectáculo es tremendo, sublime, hay entre 20 y 30 personas que están quietas, solas, y es una pasada. Como yo soy de arte ingenuo, y de maravillosa inquietud, pues eso, me dispongo a disfrutar del momento, a observar, voy imaginando cada persona, busco por un momento sus miradas, y las encuentro, vaya que si las encuentro, es como una conexión, te miran, esperan tal vez una señal de asentimiento, tal vez como esperando que alguien les diga, sí soy yo, jajaja... y cuando la mirada dura más de ocho o diez segundos, retiras tus ojos a otras estancias, porque no quieres confundir, ni que te confundan, pero vuelves a encontrar a otra persona que se acaba de ubicar, y que navega entre todos los rostros allí presentes, buscando al esperado. Es una pasado, yo propondría marcar un rinconcito para las cietas a ciegas, tal vez una fila india para que todos estemos bien ordenaditos y no por allí esparcidos...

De pronto del paso subterráneo que viene de canaletas, aparece una chica morena, se parece mucho, pero está más gordita, tal vez es ella, busco su mirada, pero parece muy decidida en su camino, apenas me mira por un momento, y sigue hacia su destino, baja de nuevo las escaleras para entrar al metro, y desaparece... alarma, alarma, alarma... sería ella?... tal vez soy tan feo que no hago más que asustar... jajaja.... no, sé que no soy un guaperas, pero tampoco soy feo... así que deja de dudar de tí mismo... será o no será... así me encuentro hasta que de pronto veo un pelo suelto, a su aire, una chica delgada, que como todos los que llegan allí da una o dos vueltas a su alrededor, buscando, divagando, y pasa por delante de mis ojos, ojos que ahora no miran buscando el contacto, solo miran disfrutando con su figura, con sus movimientos, ojos que no captan que ella ha sonreido hacia donde yo estoy, casi imperceptiblemente miro en pos de mi espalda, para ubicar al afortunado, o afortunada, vuelvo a mirarla, y veo que su sonrisa es enorme, que ahora su rostro se dibuja maravilloso, y que sus pasos se acercan hacia mi... tierra trágame y dime que no me puedo ilusionar... sigue avanzando y mi mano derecha, como poseida, hace un gesto de saludo, y tomaaaa... me lo devuelve... cuando a penas está a un metro de mí dice mi nombre... y yo el suyo... pero alma de Dios, deja ya de sonreir, que mi corazón ya lo tienes en el bolso ....

Ahora han pasado días de aquella cita, cita que me ha tenido obnubilado durante muchas jornadas, mil veces he pensado en demostrar un poco los sentimientos que me provocaste, mil veces he necesitado gritarte lo que quería decirte... fuiste encantadora, atenta, educada, noto que eres muy educada, guapa, maravillosa, grácil, de muy buena conversación, comilona, disfrutaste de la cena, reclamaste el pan, repasaste la cuenta, compartimos los gastos, tu blusa blanca semi-transparente me encantó, y siento si mis ojos se depositaron en tu pecho prominente y hermoso, me imagino que miré muchas veces menos de las que deseaba, pero tal vez más de las que soportaras, aunque creo que fuí muy sutil, no me gusta ser grosero ni "baboso", me gustó mucho compartir aquel tiempo contigo...

Hoy te digo felicidades, no sé si tu cumple es hoy, pero la foto que tengo tuya, la única foto, tiene fecha de hoy, así que para mí el 12 de mayo es tu cumpleaños, así que felicidades. Te mereces esto y más, es tu día, y te he querido dedicar este momento, este día, este lugar, porque tú te lo mereces y porque vas a iniciar una etapa muy importante en tu vida, y porque ahora, desde la distancia y con el tiempo transcurrido, ya puedo decir lo que sentí, porque ya han pasado varias semanas, porque no has dado pie a mayores contactos, porque me imagino que tu educación no te permite decirme claro lo que piensas, pero no te preocupes, que yo lo he asumido, amistad y nada más... y con ello convivo... aunque por un momento tu sonrisa me robó algo que nadie nunca me ha robado... me ilusioné como un niño pequeño...

Qué tu etapa en Londres sea todo una experiencia, que tenga un final como el que te mereces, porque tú te lo vales...

Un placer...

P.D. Este fin de semana lluvioso me han regalado algo muy especial, algo que he saboreado y disfrutado, como todo lo bueno que nos pasa en la vida, así que no dejeís nunca de ser vosotros mismos, y de encontrar un momento para ser felices...

Agur.




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