"... tú tienes colita y yo no..."
Sí, es así. Que diferentes deberían ser los juegos de los niños hasta que a uno de los dos se le ocurrió bajarse los pantalanos, y quien sería el primero?... jajaja... el hombre, que aún en edades cortas le gusta presumir de protuberancias, aunque habría algunos que deberían tapar todo lo enseñable... Es ese primer momento en el que tu amigo del alma te dice que sois diferentes, en el que todo varía, en el que se muestra ante tí la diversidad de dos mundos, dos vidas en una, porque claro, no hay nadie para decirte que ese "defecto" físico, puede que no sea tan defecto psicológicamente, o que ese niño luego puede acabar sintiéndose mucho más mujer que esa niña que adolece de no tener algo que ni tan siquiera imagina cual es su función.
Así vivimos nuestra vida, nuestra adolescencia, nuestra madurez, y es aquí donde la colita, y la falta de colita llevan más recados mentales, es donde más separa, donde más muestra su lado cruel, porque en la infancia es una diferencia obvia, pero no es más que eso, una tara por defecto o por exceso, aunque me da la sensación de que el niño se siente más poderoso por tener algo "más" que la niña que encuentra que con ella cometieron un olvido, y ya no un olvido, sino una pequeña "excavación"... en la juventud, el poder de la inquietud y las ganas de saber se apoderan de nosotros, los chicos devoran cantidades enormes de imágenes, vídeos, algunos adolecen de haber "visto" una de cerca, ellas de saber como la tienen los más allegados, pero en definitiva, es casi tambien un juego de niños...
Pero en la madurez... el primer rasgo diferenciador es que se nos crea una necesidad enorme de dependencia, y no estoy hablando del factor sexual, que tal vez encare en otro momento, no, hablo del factor dependencia de la presencia del otro ente, o dígase humano con colita...
Es extraño pero a veces creo que deberías pensar que todos los hombres son muy parecidos, en sí sé que es una de vuestras defensas naturales, porque quien no sabe "tratar" a un hombre, quien no sabe jugar con él, quien no lo provoca hasta el límite de su aguante, tanto para los cabreos, la desesperación, y el borde de la histeria, como para llegar al deseo infinito, a la exaltación de sus pantalones, o al dolor en la entrepierna. Sabeís conseguir lo que quereís de nosotros, bueno, de algunos de nosotros, quien me conoce, y ahora no hablo de mí, sabe que me muestro diferente, tal vez más como una mujer, tal vez se me roban más besos de los que robo, tal vez se me ofrecen más invitaciones de las que hago, tal vez me muestro más sensual y mágico de lo que puedan hacerlo ellas, pero creo que simplemente juego a ser vosotras.
Si tanto poder poseeís, porque no lo utilizaís como es debido, es decir, egoístamente, con la necesidad de satisfacer vuestra mente, vuestra vida, vuestra humanidad. Pues no, la mayoría vivís una historia imposible, porque siempre hay un poseedor de colita que os lleva por el camino de la amargura, siempre hay ese hombre que no debería existir, que os hace sentir diferentes, especiales, únicas, abrumadoramente excitadas, vivas, jóvenes, atractivas, intensas, embriagadoras, humanas, inteligentes, perspicaces, suaves, tenues, cálidas, nerviosas, histéricas, un hombre que extrae de vosotras lo mejor y lo peor, pero está claro que es un hombre que no pasa desapercibido por vuestra vida, y a lo mejor ni el sabe ni tan siquiera cuanto poder ejerce sobre vosotras.
Y claro, sufrís, palideceís, os hundís, volaís directas a las cavernas, vuestras ojeras se agrandan, porque si ese hombre fuera "sencillo", entonces posiblemente todo eso que os provoca se fuera mitigando, tal vez es esa la diferencia, el no poder tenerlo completamente, el saborearlo a cuenta gotas, el sentir su presencia en pequeñas dosis, el sentir que está pero no está, el vivir en la ignorancia de qué será mañana...
Esos hombres que os parecen mucho más inteligentes, muy diferentes al resto, pero que al fin y al cabo son eso, poseedores de colitas... hombres que os hacen vivir los mejores instantes de vuestras vidas, instantes que son de largo cortos, es decir valiosos e intensos, pero que también os hacen vivir horas perdidas, días no afables, semanas duras, meses largos, años bisiestos, vidas dolorosas, hombres que os crean más mal que bien...
Y qué hace la mujer... vive la situación... porque la mujer es mucho más sufridora que el hombre, no sé si verdaderamente está preparada para sufrir más, o simplemente que es más proclive para ello, así, lo que suele suceder es que espera paciente las apariciones de esa persona, guarda todo el rencor y la memoria negativa en un rincón, cuando de pronto aparece en la calle, tarde, como siempre, con ni tan siquiera una excusa para las dos o tres semanas que lleva sin dar señales de vida, ni un sms, ni una llamada, ni un mail, ni un gesto... y se sienta en la mesa y se preocupa por pedir algo porque tiene sed... y la mujer, en vez de soltar los miles de improperios que le han estado amargando el sueño cada noche, las miles de frases que imaginó decir, las incontables explicaciones que quería recibir... la mujer recuerda que tiene rajita... y le pregunta..."como estás cariño..."
Mañana... mañana hablaré tal vez... porque como cáncer y como lunático depende de muchos factores... pero mañana tal vez hable de cuando el susodicho poseedor de "colita" desaparece... para "liberar" a la mujer.... jajajaja... más quisiera ella...
Agur.
P.D. aunque no lo creas, lucho contra el destino... ese que me está poniendo piedrecitas en mi camino... ese que me provoca ansiedad... ese que voy a vencer, porque sí, todo puede ir peor... pero mientras yo escriba y tú leas... nada es peor...
Un beso de buenos días para cada una de mis "mujeres" adictas.....................
Un placer...
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