Indefensos... en el siglo XXI... Salsa con Ernesto II

Martes, soleado, de esos días extraños, en los que cuesta arrancar, pero claro, miras al cielo, y vislumbrar los 20 grados que vamos a tener al mediodía, pues como que anima, aunque ya hay gente que se queja del calor, calor ??? jajajaja... que no nos pase nada dentro de un mes y medio.

Ayer comencé de nuevo el trimestre de salsa, repito nivel II, con Ernesto, un tio diferente, cubano de nacimiento, y de forma de ser, de esos hombres que se hacen así mismos, que tiene un don, bailar, y que lo explota, haciendo sus cosillas por su cuenta, y animando a miles de personas que pasan por sus clases durante un año.

Repito porque la salsa para el hombre es complicada. Recuerdo que ayer tenía sensaciones encontradas, muy diferentes. Por una parte, haciendo la rueda, cuando tenía delante a chicas que ya son conocidas y que también repetían, pues me sentía torpe, tal vez con una marcha menos, pero cuando tenía chicas que venían del nivel 1, notaba que yo era capaz de manejar, de llevar, de guiar, y sin grandes esfuerzos, con delicadeza y con buen gusto, aunque a veces los pasos no los cuento, y claro, te adelantes... jajajaja... creo que valdrá la pena, ya que para bailar es fácil cuando te guían, cuando te dicen la figura que debes realizar, que si un doble enchufe, que si aspirina, que si dile que no, que si enróscala, que si café cubano, que si cubanita... etc... pero improvisar tú, y transmitir eso a la pareja de baile... complicado.

Pero ayer había otro concepto, y es que me sentía indefenso, porque este trimestre no tendré a Anabel conmigo en el baile, no. A parte de que ella ya lo hace bien, y lo que se merece es el siguiente nivel, los horarios de este curso le son incompatibles con otras funciones. Por lo que ya no aparece tarde en la puerta, ahora no, ahora me enfrento cada día con una sensación nueva, la de la indefensión.

Ese momento inicial de la clase es interesante, en el que todos nos movemos a la vez con pasos fáciles, que si mambos, que si laterales, que si traslado, que si giro, que si salsas, es chulo ver a casi 24 o 25 personas moviéndose a la vez, parece que sepamos y todo. Es el rato en que se calienta, en el que vas sintiendo como la música te va llevando, y en el que Ernesto va poniendo las pilas, y haciendo que la gente comience a sonreír.

Después toca el momento de emparejarse, aunque va a durar poco, porque enseguida la rueda, y ya se sabe, la rueda es cambio cada minuto casi, jajajaj... pero hay que emparejarse. Suerte que yo tengo una compañera del nivel 1, una mujer en la cincuentena, agradable, que lucha contra su torpeza, y que hace de mi aliento y mi presión, una fuerza de avance, y progresa, vaya que sí. Recuerdo sus palabras cuando entró por primera vez : "Yo no he sido capaz de bailar nunca", bailar con reglas claro... jajaja.. Entraron ella y dos amigas más de la misma edad, y solo queda ella.

Me gusta ver que personas mayores se lanzan a hacer cosas que nunca habían hecho en su vida, y claro, yo soy el defensor de todas las causas perdidas, jajaja, y las acogí a las tres. Intentaba que cuando les tocaba bailar conmigo, que se sintieran llevadas y de la forma más agradable posible, siempre una sonrisa para ellas, y es raro, porque con el resto soy serio, por la concentración en hacer bien las cosas, y me encantaba ver como cuando acababa la clase, saltaban con saltitos de alegría, porque les habían salido los pasos, y se sentían felices, y venían y te lo agradecían... cuando yo era el que se lo agradecía, porque en aquellos saltitos yo veía mi progreso.

Así que en este trimestre estaré indefenso. Ayer la primera clase, y como siempre, de todo como en botica. Hay una magia en todos estos cursos. Hay personas que ya nos conocemos, porque repetimos varios, creo que por perfeccionar, como yo. Pero hay personas nuevas, y es agradable ver las reacciones de cada uno, escuchar el "dame" en la rueda, y como de pronto, te giras y recoges a esa persona nueva, que no sabes como va a reaccionar, y más conmigo, que soy una persona que sudo bastante, y hay gente que eso no lo ve bien, pero digo yo, quien no suda en las clases de Ernesto, jajajaja... el ritmo es alucinante, sobre todo si el grupo va bien.

La indefensión es una sensación falsa, porque te das cuenta de que es simplemente un miedo, al que te debes enfrentar. Ayer por un instante pensé en darme la vuelta y para casa, pero me dije que no, que en la vida hay que estar preparado para todo, y que si en mi mundo laboral me como mil problemas y mil peligros, porque me iban a dar miedo los desconocidos ???

Hago un apunte. Indefensión es lo que siento cada vez que miro las noticias, viendo como miles, y diría millones de personas, se ven afectados por el problema de la nube de ceniza del volcán islandes, y ver como en esta época tan avanzada tecnológicamente, la naturaleza sigue marcando sus normas, sus reglas, haciendo sentirnos a todos pequeños, y hasta minúsculos, eso sí que es indefensión...

Besitos de buenos días...!!!

P.D. Suerte que este fin de semana me voy a Logroño, pero en coche .... bufff....