jueves, 22 de abril de 2010

Hay un hombre para cada etapa de la mujer ?


Ayer salí en bici, le estoy cogiendo el punto, tarde, pero está valiendo la pena, además con las piernas depiladas, doy el pego, y parezco más ciclista de lo que en verdad soy, también es verdad que mis piernas por morfología son muy fuertes.

En la bici, suelo poder pensar, hay veces en las que hasta desarrollo ideas, las trabajo, tal vez es porque el esfuerzo te permite eso, la tranquilidad necesaria, sin perturbaciones externas, más que las subidas, las bajadas, las piedras del camino, de vez en cuando otro ciclista, o alguien paseando a los perros, pero son circunstanciales, las tienes un momento, y luego de nuevo estás tú y tus pensamientos.

Ayer pensabe en si para cada mujer existe un hombre en sus diferentes etapas ?

Es una pregunta complicada, mucho. Sobre todo si la enfocamos desde el punto de vista femenino, y más si la intentamos entender desde el masculino.

Me explico. Toda mujer tiene diferentes fases en su vida, todo y que cada una de las mujeres, tiene su vida particular, y pretender compararlas y generalizar, es uno de los mayores errores que yo podría cometer, pero si cojo un caso representativo que yo conozco, entonces puedo hablar con criterio.

Este caso en concreto, ha tenido varias fases de su vida, sin marcar cuando acaban, ni cuando empiezan, las podríamos ver como, el primer amor, la boda, lo prohibido, sentirse enamorada, devaneos, y ser madre...

El tema es complicado, lo sé, y para poder hablar mucho, pero no voy a entrar en detalles, solo me he dado cuenta de que en cada uno de los capítulos, un hombre diferente es el protagonista, con ese amor que siempre se recordará, como el del amor puro, el amor que parece que nunca se va acabar, cuando ni siquiera hay contacto con personas de aquella época, pero fue el primero, y con ese amor se aprendieron muchísimas cosas, sensaciones que nuestro cuerpo no conocía, momentos especiales que por ser inéditos, volvían el tema en único.

Luego llegó la relación de los nervios. El embaucarse en algo especial, una boda, sin más, como si fuera algo cotidiano, tal vez por las presiones de ser mujer, de establecer algo seguro, de querer tener un amor para toda la vida, cuando ni siquiera sabes lo que es el principio de la vida. Lanzarte por una ladera creyendo que llegarás con apenas unas magulladuras, porque total, la vida hay que vivirla !. Pero no, un papel en este país es un papel, y si está firmado, se convierte en un lastre, y en algo muy difícil de vivir. De nuevo un hombre diferente está ubicado en esa fase. Un hombre que llegó, triunfó, y encandiló, pero circunstancial, sin llegar a mostrar su verdadera naturaleza. Cuantas personas conozco que hablan de lo fustrante que es, creer en una persona, y luego darte cuenta de que no era así. Tal vez porque creímos lo que quisimos, sin darnos cuenta del problema, que somos nosotros, nuestros ojos.

Prohibido. Como nos gusta esto. Nos apasiona. El carácter latino es amante de lo descontrolado, de lo alocado, de lo improvisado, vivimos la vida de una forma especial, y aunque parezca mentira, creo que un % muy elevado de personas, han sido infieles en algún momento de su vida. Y los motivos podrían ser muchos, pero el principal, tal vez, es la rebeldía con todo, y sobre todo con uno mismo. Admito que una persona pueda ser infiel, porque su corazón está en esa nueva persona, pero ser infiel simplemente, por serlo, eso para mi es doloroso, dice muy poco de esa persona. La cuestión es que nos va el morbo, lo desconocido, lo oculto, como se escucha en las sentencias, con nocturnidad y alevosía. Otra fase de la mujer. Otro hombre que se ubica. Hombre que también necesita de esa oscuridad para poder realizar los encuentros, ese hombre que vive dos vidas, ese hombre que necesita de ello, porque se complementa, pero es a la vez el ser más necio y egoísta del mundo, porque es cobarde, y juega, juega con los sentimientos de la mujer. Esta es la relación que menos entiendo en las mujeres, porque muchas de ellas, las que lo viven, creen que al final conseguiran algo, cuando simplemente están ahí efímeramente.

Y llegó él. De pronto llega alguien con criterio. Tal vez llega en un momento en el que la mujer no está preparada, pero llega ese hombre. Peligro. Porque posiblemente, ese hombre sea la oportunidad de encontrar el hombre de tu vida. Respeto, educación, ternura, y mucho amor. Casi las claves mágicas para que una relación tenga éxito. Con él descubre muchísimas cosas. Viajes, sitios, lugares, sexo, es tal vez el momento en el que la mujer está más preparada para vivir, en los alrededores de los 30 años, por arriba o por abajo. Todo es intensidad, se aunan todos los conceptos, enamoramiento intenso, sexualidad muy activa, intelectualidad, comunicación, proyectos, sorpresas, en definitiva una relación viva, y sobre todo muy sentida. Y es un hombre, tal vez ese es el hombre.

Devaneos. Aquí hay difusión, porque las radiaciones de las últimas situaciones endurecen a la mujer, que ya sabe, y muy claro, qué es lo que quiere, y ejerce ese derecho, el derecho de tanteo, de dejarse querer, pero ella no lo va a poner fácil, no, ahora conoce muchas cosas de sí misma. Se quiere. Es tal vez el momento en el que es menos vulnerable, pocas cosas le llegaran a su interior, y es el momento en el que los hombres aparecen como sombras, no hay un nombre, ni una figura para esa etapa, es tal vez donde menos importancia tiene el mismo.

Ser Madre. Hay algo contra lo que no se puede luchar, y es el reloj biológico. Dichosa es la mujer que ha vivido todas las fases anteriores, porque de una manera u otra, se morirá habiéndolo probado y vivido casi todo, no digo que todo haya sido bueno, ni malo, pero ha sentido, padecido, recopilado, amado, y mil sensaciones más. Pero llega un momento en el que tu instinto interior, te pide dar un paso más, convertirte en mujer plena. Ser natural. Y llega la maternidad. Pero aquí, de nuevo, emerge un hombre, no sé si el más deseado del mundo, o tal vez el menos. Pero es un hombre en el que depositas mucha confianza, al fin y al cabo, será el padre de tus hijos, y eso es una responsabilidad enorme. Pero lo necesitas y lo consigues.

Un hombre para cada etapa de la mujer.

Y yo me pregunto, fue afortunada la mujer que ubicó a ese mismo hombre, en todas, o muchas de las etapas de la vida?? o fue más dichosa la que ubicó diferentes hombres en cada una de las etapas, para poder recordarlas con claridad y nitidez, extrayendo de ellos lo mejor para ese momento ???

Besos de buenos días...

P.D. Miedo me da, posiblemente esta tarde salga en bici... y mañana de qué hablaré ???

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo intento, de verdad que lo intento, pero estos temas, me hacen cosquillas...

Yo creo que si, que con los años, las mujeres nos volvemos mas exigentes emocionalmente hablando, en mi caso es asi, a mi edad, yo necesito un compañero que me de seguridad emocional, que me haga sentir protegida, segura, valorada.

Y esto varia en cuanto a nuestras necesidades, en la adolescencia necesitas a un hombre que comparta tus aventuras, tus lanzamientos sin paracaidas. Y a los treinta quien comparta las consecuencias de esos saltos al vacio.

El problema aqui, es que cuando el hombre esta por adaptarse a la etapa en turno, pues las mujeres ya pasamos a la siguiente.

Yo estoy cerca de los
"treintaydiez" muy cerca, y lo que mas necesito es seguridad y soporte emocional sin duda, el aspecto sexual, fisico y economico, son muy importantes, pero sin uno, no tienes los otros.

Un abrazo.