Son nuestros padres incomprensivos...o nos hacemos raros con la edad?

Esta mañana está siendo dura en el trabajo, hace ahora 5 horas que ando por aquí, y no he tenido ni un momento de respiro, problemas y más problemas, y suerte de mis libretas, en ellas apunto todo, todo lo que hago, fue una manía que cogí hace muchos años, gasto no sé cuantos bolígrafos al año, los punta fina de 0.5, me encanta, escribo en negro, y los títulos de página en azul, y ahí apunto las modificaciones que hago en mis robots, así, de vez en cuando puedo ir hacia atras, y ver que hice cuando me pasó un problema parecido.

Hoy la cosa va de eso, de manías, de reparos, de variaciones en nuestro comportamiento, en definitiva de un problema que cada día más me afecta, y me salpica, porque es algo que me ocurre a mi, y a personas de mi entorno.

Mi relación con mi progenitor poseedor de colita, es extraña, nunca ha sido buena, en la comunicación que se supone que debería haber entre nosotros, tal vez por nuestro carácter fuerte, por ser líderes, luchadores, pero a la vez débiles, porque el hombre es la parte débil de la pareja, ya que cuando lo está, lo muestra, la mujer suele disimularlo mejor, a pocas mujeres les gusta ofrecer sus debilidades a un hombre, o sus momentos de bajón etc...

Esa comunicación entre nuestros padres y nosotros, sus hijos, ha sufrido metamorfosis, porque la edad es algo que a todos nos va variando, y como tal, las relaciones que mantenemos con ellos sufren también esos cambios, tal vez más con el paso de estos últimos años.

Yo pensaba que el hecho de vivir fuera de casa iba a conseguir que todo mejorará, pero no es así, apenas las conversaciones poseen el don de tener varios minutos de cordialidad, yo diría que hasta de amiguismo, buen rollo, pero hay un chasquido, un punto en el que todo cambia, es como si un camino se pudiera moldear, torcer, ir a peor, y de pronto, así es... explicación ?... creo que es obvio que no la hay en un primer momento.

Yo lo que busco no es tanto la solución, si no, el motivo, ya que esos momentos en los que todo se tuerce, provocan en mi un sentimiento que no me gusta, al contrario me desagrada en sumo, y es que salto con una facilidad pasmosa, hasta hay veces que sin darme cuenta, el volumen de mis palabras asciende de forma incontrolada, pierdo las formas, y es algo que no debería ser.

Alguien me dijo que uno de mis problemas principales en el mundo laboral, es el dominio del autocontrol, tal vez en la vida hay algo parecido, tal vez esos instantes son eso, perder el control, dejar esa paz y tranquilidad que me suele acompañar, y me abandono en ese barco que es el negar, obviar, divagar, rechazar, y dejo de lado cualquier otro elemento que mitigue lo que va a llegar, la confrotación con el otro.

Y ahí es donde la guerra empieza, y la batalla termina, porque el dolor nace, se crea, se multiplica, crece, y ahoga, no hay ni siquiera una situación de escaramuzas, no, porque somos personas que nos conocemos, y sabemos donde están las heridas que nunca se cerraron, las cicatrices que no han llegado a curar, los defectos de los que renqueamos, los errores que cometimos y que sabemos que nunca nos perdonaran, los olvidos que nunca debieron de aparecer, en definitiva los trapos sucios que todos tenemos... y en apenas unos segundos... ahí los ves, expuestos, con detalles, con argumentos...

Me duele la repetición de los acontecimientos, parece que no aprendamos, que seamos animales irracionales, que no sean capaces de sufrir una situación, y de evitarla, y volvemos al mismo punto, a algo que ya sucedió, diferente, porque en esta vida todo instante es diferente, pero que te lleva al mismo punto, al mismo lugar, lugar hombrío, oscuro, frío, seco, y sobre todo doloroso.

Y yo me pregunto, somos nosotros, que cercanos a los cuarenta, aunque me falten 3, y tal vez los que estan por encima, los que verdaderamente nos hemos ido volviendo más raquíticos en la comprensión, en el aguante, en la paciencia, en el amor por nuestros padres ???

O son ellos, los que mucho más cercanos a un final que ya empiezan a ver, porque no hacen más que comentar que pronto su existencia llegará a su fin, como si supieran en el instante justo, en el que abandonaran este mundo, los que se han vuelto menos comprensivos, digamos, totalmente incomprensivos...???

O simplemente es una manera de llamar nuestra atención... y saben que solo reaccionamos ante ciertas circunstancias, pinchazos, heridas, dolor...

Hoy me debato en esta cuestión, tal vez melancólico, o afectado, o simplemente arrepentido de no dar mucho más amor, de no llegar esta tarde y darle a mi madre dos besos y un abrazo que no se acabe, y de llegar a mi padre y darle la mano, las gracias y un abrazo que sienta que sus huesos crugen... y simplemente decirles que los quiero muchísimo...

Besos... por fin parece que llega el frio... ojalá... cada estación su tiempo, y un tiempo para cada estación...

Hoy me adelanto yo... y os dejo un enlace...

http://www.youtube.com/watch?v=qQJKyS5XTpY