Economía de la carne, el piso y del corazón...

Estamos en crisis, eso no lo va a negar ni el mismísimo señor ZP, el cual tardó meses en admitir lo que para todo el planeta era obvio, y mira que mi posicionamiento siempre ha rondado más la izquierda que la derecha, pero asumo que ahí, el nen de las cejas de punta falló.

Pues sí, pero la crisis no se restringe únicamente al tema de la economía de los billetes, no, ni mucho menos, estamos en crisis del concepto más fundamental, el de los valores, el del respeto, el del bienestar de las personas, pero sobre todo y muy por encima, del mercado del amor.

Hoy la carne tiene un precio sensible más barato que en tiempos ha, hoy en día el que quiere pillar tiene medios, lugares, servicios y métodos suficientes como para encontrar su objetivo. Desde las típicas discotecas donde la gente suele tener la leyenda urbana de que pillar es fácil, hasta clubs donde el sexo es uno de los placeres que se veneran y se protegen, pasando por mil situaciones y lugares más.

Pero que pasa con las personas que buscan un sentimiento, que desean poder entregar parte de su vida a conocer al otro, que esperan un cariño y un respeto que creen no extinguido, que necesitan saciar su necesidad de amor de unos ojos que te miren con ternura, que esperan despertar una y otra vez acompañado de esa piel tan suave, que quieren dormirse después de haber tenido unas dosis de sexo vivido, complaciente y sobre todo placentero, durmiéndote entre nubes, nubes de descanso por el esfuerzo de horas de juego y deleite, y nubes de hacerlo mientras te sientes protegido y sobre todo acompañado.

A esas personas sí que les puedes hablar de crisis, tal vez sea la crisis de los treintañeros. Jajajaja, quien me lo iba a decir, cuando años atrás yo era de esas personas que dediqué mi vida a mis estudiso, luego a trabajar un camino profesional, para poder llegar a esta edad en una situación desahogada, con mis proyectos por delante a medio conseguir, y listo para poderme dedicar a otra persona, y cuando me giro, me encuentro de que en el camino quedaron muchos detalles por rematar, pero que por decisiones se fueron diluyendo en el espacio, en el tiempo. Y ahora, ahora me queda poco por delante, porque el mercado está mal, muy mal.

Pocos somos los que todavía entendemos que pueden existir las conexiones brutales, porque de brutal entiendo cuando dos personas se encuentran, se miran, se inspiran, se dejan llevar por la intuición, fluyen, convergen, comparten, viven, caminan, sueñan, planean, muestran, explican, comparten hasta su pasado emocional light, navegan, descubren, sí porque todo eso es el sueño, lo que deseas, eso lo tenemos claro, lo que no tenemos tan claro, es con quíen va a suceder.

La noche te trae personajes, es cierto que hay por ahí cada cuerpo que quita el hipo, y más ahora en vísperas del veranito, además no lo neguemos, la ropa hace al monje, es cierto, sales un viernes noche o sábado, y es difícil no ir babeando, la diversidad es abrumante, las curvas y las caras guapas andan por todos los lados, yo hace un par de semanas salí de ambiente a tomar una copa, poco tiempo, pero estuvo bien, y no lo niego, había cada personaje por ahí, sobre todo gente y rostros guapos. Pero y qué consigues, que encuentras en la noche. Un rollete, un rollo, un principio de algo, pero si luego nadie muestra sus cartas, apenas un par de contactos al mes, como mucho una cita en la que el objetivo es claro y llano, pero vale, y al final desayunas junto a él, o ella??? y luego te vas a comer a la playa un arrocito?? haces antes un aperitivo???... miras de compartir la tarde ??..

El que haya contestado afirmativamente a todas las preguntas anteriores, ese ha tenido suerte, porque posiblemente esté teniendo algo de lo poco bueno que ofrece el mercado. Si tal vez te quedaste solo en la primera respuesta como afirmativa, entonces no le des vueltas, es un rollo, un objetivo, algo que está muy bien, porque todos somos de carne y hueso y necesitamos de nuestras necesidades cumplidas, pero no es lo que se desea, así que vuelves a abrir los ojos por la mañana, y te das cuenta que al otro lado no hay nadie, que se vistió y se fue, que se quedó el olor a la noche, al humo de los locales, y que no te queda un recuerdo más ténue que su imagen y sus gritos para haceros entender a las cuatro de la mañana.

Y yo sigo creyendo que aunque la crisis existe, y que el mercado no está por la labor, al final se puede encontrar ese pisito ganga, que es de buena calidad, que tiene unos acabados de primera, que te da unas paredes reconfortantes, que te va a dar calor humano y cuidados, ese pisito que te hará sentir que vives en tu hogar, que estás donde quieres, ese pisito para el que miras tantos detalles que colocar, donde comienzas a pensar en como decorar cada habitación, en el que haces planes para el futuro más cercano, ese pisito del que empiezas a sentirte dependiente. Todos buscamos ese piso, porque el mercado los tiene.

El único peaje o impuesto que debemos pagar es sencillo y claro, valorar lo que encontramos, y entonces olvidarnos del mercado, ya no existe, sus ofertas ya no interesan, porque si divagas ensucias, estropeas, por eso si atisbáis que el piso es de los buenos, de los que quedan pocos y menos en estas añadas, entonces dedicaros a cuidarlo, no vaís a perder nada.

Yo sigo mirando las hojas de las inmobiliarias, sabiendo que no encontraré lo que busco, porque no sé lo que busco, solo sé que el mercado está mal, pero que tú estás en ese mercado, y al final acabaré dando contigo, y acabaré dibujando mi mejor sonrisa, la sonrisa del hombre feliz.

Suerte en la búsqueda...

P.D. La luna me quiso arrastrar con ella, su calidez, ternura, y pasión, me hicieron dudar de si aceptar su oferta, pero al final mi tierra, mi sol, y mi mar me devolvieron a la realidad... hoy la comparto con vosotros. Estoy bien.... y feliz !!!!!