Hace un tiempo publiqué un post relativo a Smartbox, no fue una crítica gratuita, simplemente fue hacer escrito, lo que nos había sucedido, en concreto con uno de sus servicios.
Pero todo tiene que ser real, y sobre todo sincero.
Esta vez ha sido todo perfecto, y sí, la palabra a usar es perfecto. La reserva se realizó sin problemas, pudiendo tener la fecha deseada, en sábado y solo una noche, vamos que era lo que se ofrecía, pero también era lo que había "no funcionado" en el primer intento.
El servicio vía internet, muy bueno.
El hotel. Aire de colldejou, es un pequeño hotelito, con tres estrellas, situado en un pueblecito que dista poco de la costa, apenas unos 30 kilómetros, pero lo mejor de su ubicación, es que dista la misma distancia de algo que a Anabel y a mi nos apasiona, el buen vino.
La atención en este establecimiento fue la deseada, tanto en la recepción con el bono de Smartbox, como en el servicio de la cena, y en el desayuno. La habitación, bien, amplia y agradable, así que para los que busquen un sitio tranquilo cerca de las D.O. del Priorat y la D.O. del Montsant, es un buen lugar.
El pueblecito, muy rústico, casi todo de piedra, ya que está ubicado en una zona que para estar cerca de la costa, está a una altura que en invierno empuja a abrigarse bien. El detalle que os comento, define por completo como es el pueblo. Una calle, en medio, unos cazadores hacían en un bidón de metal, unas brasas, con las que estaban haciendo carne a la brasa, así, en medio de la calle, con toda la naturalidad del mundo, esto, justamente esto define al pueblo, paz y tranquilidad.
El resto del fin de semana?... bufff... una delicia.
El sábado hicimos una visita a un Celler, el Celler La Conreria de Scala Dei, y la verdad, descubrimos un lugar tranquilo, una bodega de una tirada corta, apenas 80.000 botellas, con sus tres vinos tintos, y su vinito blanco, las Brugueres. La recepción y visita, nos la hizo un chico, creo que el nombre debe ser Hiuska, o algo así, que por el acento, debía ser del este, pero conocía bien su trabajo, su mundo, el vino, ya que es el responsable bodeguero.
Nos explicó la situación de lo que es el vino en el Priorat, con las complicaciones del terreno, el por qué de las distintas variedades, y su ubicación, nos habló de una parcela, que la llaman Dragon Kahn, jajaja, la verdad es que fue muy clarividente en sus apreciaciones.
A esto vinieron los pasos del vino por el proceso, con el tast de los mostos que ahora se están preparando para ir a las barricas, y como no, por fin la cata de los tres vinos emblema, y la verdad, sublime, en sus tres vertientes, con un vino blanco, del 2011, de garnacha blanca, que solo con acercar sus aromas a mis gustos olfativos, sientes una ola de frutas, piña, manzana... buff... un placer... y la frescura de degustarlo.
Después vienen sus dos tintos, y aquí ya hablamos de otras palabras, de otros aromas, del roble, del cuero, de los cuerpos, de los taninos, de un producto realizado con muchas ganas, y con un muy buen resultado.
No soy un experto, pero puedo decir que esta bodega seguirá creciendo, ah, y aprovecho para agradecer a Hiuska su atención.
El domingo fue algo diferente, toco el Celler del Mas Roig, ya en la D.O. del Montsant, es una vista a un estilo totalmente opuesto, pasando de una producción de 80.000 botellas como en la Conreria, a una de más de 2.000.000 de litros.
Sin ser gran industrial, este Celler, que no hay que olvidarlo, es una cooperativa, donde casi la mitad del pueblo, unas 200 personas, son a la vez los socios de este negocio. Lo dicho, aquí estamos ante el primer paso de una bodega mediana, a una gran bodega, un cambio directivo en busca de una profesionalización, unas instalaciones de última vanguardia, mezclando tradición y como no, evolución, con el proceso de maceración carbónica, algo que solo está al alcance de grandes productoras, como Torres i cia.
Esta es la gracia de este Celler, que es capaz de ofrecer una amplia, mejor dicho, una amplísima gama de productos, algunos de ellos orientados 100% al cliente final, como uno de sus vinos, que está concebido para su exportación a USA, sí, hasta en esto intervienen los americanos.
Aquí fue Eulalia la que nos atendió, y la que nos motró todo su saber, explicando muchísimos detalles, solo le quedó responder porque cierto vino solo se realizaba en los años pares, pero no hay problema, la duda queda para resolverse en próximas visitas a ese Celler con el grupo de amigos que somos.
Una visita muy interesante, y como no, unos productos finales que también están a la altura, aunque nos quedó por probar el producto estrella, pero para eso, lo mejor organizar una cata de alto copete, o una cata vertical, ciertamente este Celler tiene margen de maniobra.
Destaco algo extraño, sí, porque tienen un vino, producto de la maceración carbónica, algo que me sorprendió, al asimilar el proceso del vino a algo rudimentario, y sobre todo natural, que producía buenos caldos, y entender que la intromisión de la tecnología, debía hacer que los buenos vinos se perdieran en eso, las tecnologías.
Pero no, tienen un vino del 2011, ojo, digo del 2011, un vino tinto, sí de color rojo, elaborado en apenas unos dos meses, bueno, el que probamos tres meses, que lo llaman joven, y la verdad, cuando me lo sirvieron, me costó mentalmente un esfuerzo el tratarlo como un vino auténtico, hasta me sentía reacio a llevarlo a mi nariz... sorpresa... y agradable... no diré mucho más, creo que es mejor que lo probeís...
Un buen fin de semana, y gracias a Smartbox... de buen nacido es ser agradecido...
Y como no, gracias al establecimiento "Aire de Colldejou"...
Y a los amantes del vino, os recomiendo la visita a la sierra del Montsant, y como no, al Celler de la Conreria de Scala Dei, por cierto, comimos en el restaurante Els Troncs, muy buena calidad, y muy buen precio...
Eso sí, tenemos que conocer muchos más Cellers del Priorat...
y al Celler Mas Roig, pues eso, que tenemos más visitas pendientes...
Como nos gusta el vino !!!!!
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