lunes, 14 de febrero de 2011

Saliendo del caparazón... entre la limpieza y una boda...



Pero no os asusteís, de momento, claro, no es de mi boda de la que se trata, es de una buena amiga, la que empezó todo esto, mi editora en el principio, y mi amiga hasta el final...

La vida se empeña en darnos lecciones, unas veces dolorosas, y con restos que marcan nuestro cuerpo, como cicatrices y demás, y otras con sonrisas que duelen de grandes y estupendas que son, y en esas últimas me encuentro ahora, disfrutando de algo que mi amiga, mi ex-editora, Silvia me ha hecho ver esta mañana, y no es otra cosa, que nadar en la felicidad.

Sí, eso que no sé el motivo, pero siempre se me había negado, es ahora para mi, mi día a día, aunque no lo voy a negar, me lo merecía, pero por una y otra vez, y por enésima vez, se me negaba, o tal vez era yo el que luchaba en no tenerlo, cuando es lo que más ansio.

Y ahora, en este momento, me tengo que parar, mirar atrás, y darme cuenta de que paso una de mis mejores etapas, no exenta de sus cosas, los altibajos definen la vida de un lunático como yo, pero que en la sintesis, y en la valoración, muestran solo que momentos positivos.

Justamente ahora, en este proceso actual, me encuentro en plena reeducación, ya que la casa nos está devorando, en el sentido positivo, pero aprendemos, porque también posee un sentido negativo complicado, tanto por la elección de muebles, como por el proceso necesario de "limpia que te limpia", y que nunca acaba.

Esos conceptos nos han dado algún quebradero de cabeza, y lo que tiene que venir todavía, pero si lo manejas, si lo afrontas con la debida calma, y sobre todo, si aprendes a ver lo positivo de las cosas, y a aprender de lo negativo, tienes el éxito asegurado, sin plazo, sin carga, sin momento de conclusión, y ahí estamos, en una reeducación contínua.

Tu boda, Silvia, es un jarro de agua fresca que agradezco, como no, verte y saberte feliz, pero sobre todo en la completa dimensión de lo que sientes ahora, no hace más que darme la fuerza a mi, de saber que la vida te puede dar muy buenas noticias, o es que ahora me vas a decir que hace casi cuatro años, imaginabas algo así ???

Seguro que no, en cambio, estás eligiendo vestido, que tardará aún dos meses en poderlo sentir sobre tu piel, pero ese es el verdadero encanto, tener un tiempo para disfrutar de los momentos.

Así estoy yo, saliendo de mi caparazón, en el que de forma automática me meto cuando creo que va a llover, y no precisamente gotas de agua, jajaja, pero salgo, y cada vez me cuesta más encontrar el camino de entrada, que se llena de maleza, de hierbas que me tapan el sendero, tal vez porque ahora es menos transitado, y hay veces que vuelvo simplemente para saber que está ahí, y me doy cuenta de que ya no soy feliz en su interior, que me muero de ganas de estar fuera, y demostrar mi amor por Anabel, y no lo digo por ser el día que es, ya que cada vez que escribo, pienso en ella, por eso, una vez más, sin miedo y en voz alta digo que TE QUIERO ...


P.D. Felcidades Silvia ...!!!! (queremos fotos)... jejejeje...

3 comentarios:

Manuel Cortés dijo...

Felicidades por tener la oportunidad de gritarle a esa mujer lo mucho que la quieres.

Ojala todos estuvieramos en las mismas circunstancias.

Yo me lo guardo, y se lo dijo con palabras dirfrazadas en forma de comentario.

Buen post.

Sílvia Raneda dijo...

Me he emocionado como una tonta con tus palabras. Me contengo las lagrimillas porque estoy en el trabajo, que si no...
Si, hace 4 años te decía que no me volvería a casar nunca, pero se cruzó en mi camino un hombre maravilloso que me hizo sentir esas mariposillas en el estómago. Y cada día estoy mas enamorada.
Sabes de que hablo, porque en tus palabras siento que tu sientes lo mismo por ella.
Tendrás tus fotos, por supuesto. Y espero impaciente que tu también me des esas buenas noticias.
Un besote muy gordo para mi niño de santaco.

Agathacrystal dijo...

Que lindo el amor, el amor, ya quisiera poder gritar así como gritas el amor que sientes por Anabel y ya quisiera poder escuchar a un hombre que haga lo mismo por mi...

Creo que los cangrejitos tardan mucho por querer vivir fuera de su caparazón no?