Por fin eres LIBRE... como tú dices... FREE... y yo?... yo soy feliz, muy feliz...

No suelo hablar de mi pasado. Primero porque soy muy educado, y si hablo de el, hablo de otras personas, a las que debo respetar, que esa es otra de mis banderas, el respeto...

Pero hoy sí, hoy rompo una regla.

Hace unos años, sí, son años, jajaja, alguien osó contestar a un post mío, no publicado aquí, en el blog, si no, en Loquo, portal donde ubicaba antiguamente mis posts... y no sé por qué motivo, pero me dio por ubicarlos en las secciones de otras ciudades.

Esa mujer, me gritaba palabras, en una carta de silencios. Veía lágrimas, y a la vez rabia.

Era una historia de esas que te arranca lágrimas, el problema, es que hoy en día, es una historia que sucede mucho más de lo normal, no daré detalles, pero sí que diré que era un alma que sufría, una persona que había dejado de serlo, se había empequeñecido, no solo por su dejadez en el intento de ser humana, si no por la presión a la que había sido sometida por una parte masculina que nunca se vio venir, pero que existía, mejor dicho, era.

No sé por qué, pero me motivó contestar, como muchas de vosotras sabéis, siempre que alguien se ha puesto en contacto conmigo, ha tenido respuesta, sobre todo si hay preguntas de situaciones que se están viviendo, y que se me pide opinión, o simplemente, para comentarme algo que os sucede.

Pero aquí no hubo una respuesta o dos, no, hubo un trato humano, porque esa persona necesitaba eso, humanidad, sentir que el mundo era algo más que las paredes que la oprimían, y que aquella noche la empujaron a escribirme. Sintió un aliento, un olor, una fuerza, una mente que le dedicaba unos minutos, se sintió "existir", importar, aunque muy mínimamente, pero para ella fue mucho más, en aquel momento era "todo".



El tiempo fue pasando, la situación se fue manejando, surgió, no, RESURGIÓ de su interior, donde se había agazapado, se había enroscado en posición fetal, como buscando protección, cuando lo que buscaba era sentir la soledad, que para muchos es enemigo, pero para ella era el alivio... y de pronto, alguien la vino a remover, sí, mucho, la removió demasiado, la hizo desequilibrar, la desestabilizó, la volvió un poco loca, fui yo... sin saber muy bien qué hacía... pero lo hice...

Poco a poco, ella, fue cogiendo las riendas de su vida, cambios necesarios, que parecen fáciles vistos desde la distancia, pero que no lo fueron, aún resuena en mis oidos el cambio de domicilio, aquello no era un cambio, aquello era romper un camino, un recorrido, un miedo, una duda, romper con un pasado, sin ni siquiera imaginar un futuro. Verla en ese domicilio, con su pájaro, Kobito, con su sofá, con su TDT que "alguien" le instaló, con sus plantas, con su arco tan chulo que daba entrada a la cocina desde una ventana del comedor... recuerdos... momentos... pero era su castillo, donde estaba recuperando su ejercito, que no era de armas, era de alma, un alma que se estaba reconstruyendo...

Vinieron más cambios, vinieron enfrentamientos con la pura realidad, cara a cara, serenidad, mientras las piernas le decían lo contrario, le temblaban, quería salir corriendo, o tal vez liarse a patadas con aquel hombre que le había destrozado la vida... pero de pronto se daba cuenta de que aquello ya no era así... que ahora revivía de nuevo el arte de vivir, lo empezaba a saborear, y entonces, ese temblor y miedo, se volvía poco a poco solidez, y en esas piernas bonitas, que aquella falda eran sublimes, se volvían bastión, y en ellas formaste tu postura, seria, concreta y clara...

Pasaron muchos meses, otro cambio de domicilio, y por fin, apareció lo que siempre yo te había deseado, un hombre que te quisiera, que te cuidara... porque te lo mereces... aunque aún se me enrojecen los ojos cuando pienso en nuestros paseos, por la costa de Málaga, cuando te cogias de mi brazo, cual amigos del alma, y me decías "ponlo fuerteeeeeeeeee que me encantan tus brazos...", porque en ese momento sentías lo que más deseabas, protección... siendo tú, como eres, una mujer fuerte y llena de energía...

Y hoy, me dices que ya firmaste la "separación" definitiva, la que va escrita en papeles, que se firman en juzgados... y que en ese momento, llevabas unos pendientes que te regalé... en mi honor... pero lo que yo te digo desde aquí... es que en mi honor, firmaste muchas pequeñas separaciones, gestos que cada día, desde la distancia, me decían que ya no eras esa mujer empequeñecida, no, eras una mujer que se iba creciendo, para llegar a ser algo muy simple y muy sencillo... solo una mujer...



Hoy eres libre, FREE... lo celebro yo, y todos los que formamos esta familia... ya no hay nada que te ate a tu pasado, ya no existe ese papel físico que te hacía estar "esposada", a una vida que fue, y que tuvo sus momentos buenos... pero eso... fue... y como yo he dicho al principio... no hablemos del pasado...

Hoy soy feliz, porque tienes todo lo que siempre te he deseado... paz, calma, un hombre que te quiere, y eres FREE... así que vuela... y regálame tu mejor sonrisa, porque sé que tus lágrimas ya me las has regalado mientras leías esto, y que sepas que se juntan con las mías... llorar de alegría es una de las cosas que más me gustan... y hoy estoy muy gustoso...

Va por ti Raquel ...