Bautizos de submarinismo... o la felicidad de los niños !!!

Este sábado pasado, tuve la oportunidad de poder realizar una actividad fantástica, algo que tenía tiempo que iba detrás... bautizos... pero de submarinismo... jajaja... aquí no hay curas, ni nada parecido... lo más parecido, yo... que parezco muy serio en ciertos momentos...

El evento sucedió en el Decathlon de Sant Boi, un lugar idóneo, pero no así la ubicación final de la piscina, ya que estaba en la parte de atrás de la tienda, y si hubiera estado en la puerta principal, hubiera sido un éxito de participación.

Aún así, casi 50 personas tuvieron su primer contacto con el submarinismo. Apenas una profundidad de 1,40 metros, y no más de 6 metros de largo, por 2,5 de ancho, pero lo suficiente para que sobre todo los peques, pudieran disfrutar de un momento muy especial en sus vidas.

Cierro los ojos, y veo la sonrisa de un niño, en concreto el que pongo en la foto que adjunto del momento, y la verdad, es que me emociono, ver como preguntaba con unas ganas locas, qué era lo que estábamos haciendo en aquella piscina. Verlo dar saltos, sin saber muy bien a qué se iba a enfrentar, y decirle que adelante que iba a probar.

En ese momento entraba yo, les tomaba datos, junto con personal de Decathlon, que tuvieron una gestión magnífica, en concreto Stella o Estela, que me ayudó mucho a poner en marcha todo el tinglado desde primera hora de la mañana. Una vez los padres daban su autorización, y con los documentos cumplimentados, pasábamos a un área donde se realizaba un Briefing.

Un Briefing en buceo, es una charla teórica prévia a la inmersión, en la que se habla de aspectos relacionados con la misma. En este caso, era ponerlos en relación con las sensaciones, el respeto, los problemas posibles, las soluciones a esos problemas, explicar el funcionamiento de las señales de comunicación a través de signos con las manos, y como compensar la sobrepresión a la que están sometidos nuestros tímpanos. Como funcionaba el tema del regulador, y como debían asimilar su funcionalidad, ya que debajo del agua es básico para respirar.

Tengo que decir, que me quedé sorprendido. Los niños escuchan !!! Son unas esponjas, era alucinante, como me miraban, como reían mis pequeñas bromas o chistes, para prestar su atención, como repetían los gestos cuando les preguntaba si estaban bien, o mal. Fantástico cuando realizaban la simulación de la compensación, y ya no digo nada, de lo magníficos que eran, en asimilar los conocimientos que en apenas 5 minutos se les transmitía.

Luego los equipábamos con el equipo ligero... aletas, gafas, tubo, traje o licra... y ... al agua...

Allí mis compañeros, monitores o divemaster, los recogían, equipaban con los jackets, y venga, una explicación final, y bajo el agua !!!

Tengo que decir que apenas habían pasado 1 o 2 minutos, el niño ya daba vueltas, solo, alrededor del monitor, es increible su capacidad de adaptación al medio, increible... como son cuando algo les interesa y les gusta ... jajajajaja...

Verlos nadar con sus aletas, su jacket, su regulador en la boca, vamos, 100 % submarinistas, era un placer...

Pero cuando sacaban la cabeza, y lucían la sonrisa más maravillosa del mundo, entonces mi corazón se derretía, y me tenía que ir a mis papeleos, y a dar el briefing al siguiente grupo que estaba esperando... era una salida, porque mis sentimientos estaba a flor de piel...

Recuerdo en especial una niña, de rasgos asiáticos, que tenía los 8 años recíen cumplidos, edad mínima para el contacto con el submarinismo. Era muy pequeña, pero su atención era increible. No pude reprimirme, y me fuí a ver su primera experiencia... y ... me tuve que esconder porque las lágrimas brotaban en mis ojos... fueron momentos fantásticos.

Y qué decir de mi sobrina, jajajaja... tanto tiempo queriendo hacer lo que hacen sus tios, aunque en verdad todavía no es mi sobrina, jajajaja... hasta que un documento no me una a Anabel, jajajaja... pero hay amores que no necesitan de papeles... jejeje... pues eso... que no había quien la sacara de la piscina... fue indescriptible...

Creo que este evento fue de lo mejor que me ha pasado nunca. Además el equipo humano que formamos, fue magnífico, con los Divemaster del agua, Paco y Jorge, dos artistas en el trato con los niños. Ramón, nuestro instructor y fotógrafo. Dani, mi mano derecha, mi hombre de confianza, y como no, una ayuda magnífica. José Manuel, nuestro otro instructor, que hizo acto de presencia y echo una mano en lo que pudo. Y yo... ese que era el serio, el que eliminaba los cachondeos, el que daba la clase, y que los ponía serios... jajaja... poco pude sonreír, para que no perdieran la atención, pero me llevo todas las de ellos... porque en parte son mías...

Gracias a todos los que participaron...

Y gracias a todos los niños ... ojalá siempre tengan la sonrisa por bandera ...