martes, 27 de octubre de 2009

Vivacuba ... o un viaje que no es tan "viva... cuba" ( la culpa de Sol Melià según ellos)







Estos son los hechos que hemos tenido en nuestro viaje a Cuba, los pongo en conocimiento de todas las personas que se vean interesadas en esta estancia o viaje, y que no tengan claro con quién viajar, de esta manera sabrán qué tipo de trato pueden recibir. Nosotros firmamos el contrato con Vivacuba a través de Megatours.

Hoy en día, andamos intentando exponerles los hechos, que son los que aquí abajo podeís leer, pero no se atienen a acuerdo ninguno, ni nada parecido, así que llegado el momento, hemos creido que es mejor explicarlo, y evitar estos problemas a personas que tengan pensado realizar este viaje.

Un detalle... leer lo que hay en negrita al final, es como un poco la conclusión.


El viaje se iniciaba con un vuelo BCN-Madrid, con enlace en dicha ciudad destino a La Habana (Cuba). Todo esto sucedió sin ningún tipo de problema.

A nuestra llegada al aeropuerto de La Habana, y tras los trámites iniciales de inmigración y recogida de equipajes, fuimos atendidos por personal de IberoService, indicándonos que número de autocar debías tomar, y entregando una documentación en la que había propaganda de diversas actividades, y una convocatoria para el día siguiente a las 9:45 horas con el sr. Felix de IberoService.(Tel. (05)287¿¿??

Nuestra llegada al hotel fue aproximadamente a la una y media de la mañana, y tras los trámites de recepción nos dispusimos a descansar del viaje.

A la mañana siguiente, estuvimos en el lugar, hall del hotel y a la hora de la convocatoria, y en ella había dos grupos más, una familia formada de cuatro personas, y un grupo de dos matrimonios. En esta conversación Felix fue atendiendo a cada grupo de forma individual, aunque colectivamente, ya que cada uno tenía un paquete diferente, unos estaban unos días en la Habana, y luego marchaban a Varadero, nosotros en concreto teníamos ese día, 19 de agosto en la Habana, y al siguiente, día 20 volábamos destino al Cayo Santa María.

En nuestra atención individual, el sr. Félix, nos indicó de palabra, que a la mañana siguiente se nos recogería alrededor de las 6 de la mañana, para tomar un vuelo con destino al Cayo Santa María, y una vez allí seríamos gestionados por personal ubicado en esa zona, pero ya no de Ibero Service, ya que el transporte se gestionaba con Solways.

Posteriormente se nos ofrecieron ofertas de excursiones programadas y salidas, que no eran de nuestro gusto, por lo que iniciamos un día de actividad personal a nuestro aire.

El sr. Félix nos proporciono un número de movil de Cuba, para poder tener contacto en cualquier momento, y nos comentó que durante la jornada de ese día se nos confirmaría a la habitación y por escrito la hora definitiva de convocatoria, para realizar el traslado al Cayo Santa María, y que si no teníamos ningún tipo de información, que nos pusiéramos en contacto vía teléfono con él.

Ese día volvimos de realizar nuestras actividades turísticas a las 21 horas, y preguntamos si había alguna comunicación escrita, recibiendo una nota de Solways de en la que se nos convocaba a la mañana siguiente a las 9.00, para iniciar el trayecto al Cayo Santa María, la firmaba el señor Abel (tel. 05-287 ¿¿??),
Nos fuimos a cenar tranquilos, y con las cosas claras. A nuestra vuelta al hotel, no había ninguna notificación más. Nos dispusimos a dormir tranquilamente.

Al despertar, por la mañana, vimos que había una nota que se había pasado por debajo de la puerta, en la que se nos convocaba a las 8.30 de la mañana para iniciar el traslado al Cayo Santa María, por "CARRETERA", sin más tiempo que media hora de margen ya que la convocatoria que habíamos recibido por escrito previa nos permitía dormir más tiempo.

Recogimos rápido, hicimos el check-out de la habitación, teniendo un olvido de un cargador de una cámara de fotos Canon, debido a la prisa de la actuación, y nos dispusimos a pasar al Hall.A las 8.30 nos llamó el Sr Felix de Iberoservice diciéndonos que habían habido problemas con los vuelos, pero que nos trasladaban por carretera y que el viaje duraba 6 horas.

En el Hall encontramos a un señor "taxista", me dirigiré a partir de ahora así, como el taxista, para facilitar los hechos que se suceden después. Nos preguntó si éramos los señores Pedro y Anabel, y acto seguido nos describió el viaje que se nos presentaba delante de nosotros, que recuerdo que era un viaje de placer, no uno de aventura, para ello me suelo buscar otras agencias especializadas.

El taxista, nos dijo que ibamos a tener un viaje de unos 600 kilómetros, que duraría unas cuatro horas y media y que no había problema ya que el era procedente del lugar de destino, en concreto de la ciudad de Caibarien, y que conocía bien el trayecto. No había autocar, ni minibus, ni ningún tipo de vehículo habitual para las gestiones de traslado de personas que están realizando sus vacaciones.

Describo un poco el vehículo. Taxi modelo 4x4, de marca coreana si no recuerdo mal, con una cantidad de kilómetros que rondaba los 300000, sí, lo digo en letras trescientos mil, con un aspecto preocupante. El parabrisas estaba rajado en su totalidad, con una pegatina negra, de las que se utilizan para oscurecer las ventanillas, que creo que hacía de sujección para que no acabara de abrirse dicho cristal. Las ruedas no eran muy diferentes al resto, con poco dibujo y bastante desgaste, pero esto es algo que siempre puede ser subjetivo.

El interior del taxi. Los asientos traseros no tenían, digo NO TENIAN CINTURONES de seguridad, el aspecto interior era bastante bueno para lo que es la Habana, pero para nada podríamos compararlo con la limpieza y la desinfección que puede tener un taxi de ciudades como Barcelona o Madrid.

Introdujimos las maletas en el interior del vehículo y nos sentamos en los asientos traseros. Poco después fuímos al hotel NH Plaza Central a recoger a un viajero más, el sr. Eduardo , que también realizaba el mismo desplazamiento. Este señor se sentó en el asiento delantero del acompañante, y su cinturón existía pero no funcionaba, lo tuvo que anclar al enganche del conductor, por lo que el chofer no iba protegido tampoco.

Se inició el viaje después de recoger al señor Eduardo. En resumen diré que fuimos por una autopista, en la que había personas en los arcenes ofreciendo dinero para ser trasladados, y no una, sino grupos de ellas, sobre todo en las salidas de pueblos cercanos, que había personas vendiendo ajos en ambos lados de la calzada, o turrones según la zona, que en la zona de la mediana había personas trabajando con guadañas mientras adecentaban los setos, y todos estos invadiendo partes del carril, tanto derecho como izquierdo, que delante nuestro un coche sufrió un reventón, al cual no se paró nadie a asistir, que había tramos que estaban LLENOS de baches, que la velocidad era de 120 km/h, que el taxista nos comentó de refilón que allí los vehículos no tienen seguro, que había tramos y tramos en los que no se veía un vehículo oficial, ni policia, ni ambulancias, ni bomberos, ni nada.

Les puedo explicar, que allí las areas de servicio de la autopista se llaman "conejitos", no es para reír, es para sufrir, sobre todo cuando el taxista se cruza la mediana, sí, invade el sentido contrario, y se dirige a una area de estas, detiene el vehículo, se baja, y cuando nos damos cuenta, con nosotros en su interior, y con el motor encendido, está procediendo al repostaje, sí, tal cual, me imagino que se debía al riesgo de que si paraba el motor tal vez no arrancara, no les explico que durante aquellos minutos, nadie en el interior se movió, ni abrir ni cerrar puertas.

Todo esto no es un hecho contra un taxista, es como nos trasladaron, es país funciona de esa manera.

Después la autopista se convirtió en una carretera local, y digo local de allí, no de aquí. La infinidad de vehículos, personas, animales y diversos elementos más que se tuvieron que esquivar son incontables. Al rato se llegó a un punto de control, donde se nos requirieron los pasaportes, ya que es el lugar donde se gestiona que solo las personas que pueden, entren el en Cayo, es decir turistas y personal que se dirija a trabajar.

Después de esto, y de seís horas de viaje, llegamos a nuestro destino, al hotel Meliá Cayo Santa María.

El día siguiente a nuestra llegada y el mismo, Pedro Luís Castro López, estuvo casi todo el día en la cama y sin poder disfrutar de tiempo libre y de asueto, ya que sufre de problemas en las cervicales, y todo ello se había agrabado con el desplazamiento realizado. En el día 22, sábado, y ya más recuperados, nos dispusimos a ponernos en contacto con el personal de Iberoservice o Solways de la zona.

Cual no es nuestra sorpresa cuando el responsable de Iberoservice nos desvía al de Solways para tratar el tema del regreso que se debía realizar del Cayo Santa María a La Habana en la fecha del día 24 de agosto lunes, y que esta persona de Solways nos vuelve a dirigir al de IberoService ya que para ese día no estábamos en la lista de viajeros del avión que salía en esa fecha.

Durante unos 20 minutos, ambos representantes se iban tirando la pelota, hasta que mediando, se llegó a la conclusión de que en el avión no había plaza para ese día, imposible, no había más asientos en el avión disponibles. Así que el representante de IberoService nos comenta que se realizará el traslado por carretera de nuevo. Se le hace entender que no estaba así en el contrato, que había los problemas de cervicales, que si nos había sucedido a la ida a nosotros, que no fueramos perjudicados a la vuelta. Pero todo fue en vano, era en vano, ya que se nos decía que se había contratado el traslado de ida y de vuelta vía terrestre. Eso sí, nos ofrecieron que el vehículo iba a ser más "MULLIDO", creo que sobran los comentarios. Nos comentaron que el taxi sería de mejores condiciones, ya que en esa zona operaban vehículos de mejor calidad y seguridad, es decir, se asumía que el del traslado de ida al Cayo, era, como mínimo, inseguro y de baja calidad.

Nos despedimos de estos señores, y acto seguido nos dirijimos a nuestra habitación y comenzamos a realizar gestiones vía teléfono, teléfono personal, realizando una queja formal al servicio de atención al cliente, EUROPASSISTANCE Tel 34-91-514¿¿?? con la referencia de nuestro contrato de viaje, siendo atendidos desde España, con llamadas que sobrepasaban los 10 o 15 minutos. Además nos pusimos en contacto con el sr. Félix de IberoService, que nos derivó al sr. Amaury (Tel. 535280¿¿??), con el que iniciamos contacto, responsable en la Habana de Iberoservice, que nos confirmaba que el transporte era vía tierra, pero que estaban realizando las gestiones necesarias para evitar el traslado por carretera, y que estaba en contacto con uno de los responsables comerciales de Melià, para gestionar eso. Se le explicó el viaje, con detalles, el problema de cervicales y demás, todo ello con el movil personal de Pedro Luís Castro López de Movistar España, llamando a teléfonos móviles en Cuba de estos señores.

No había solución para el día 24 de agosto. En nuestras investigaciones, supimos que el día 25, salían dos aviones del Cayo Santa María, aeropuerto de las Brujas, hacia la Habana, así que fuimos NOSOTROS, los que le ofrecimos la posibilidad de retrasar la salida del 24 al 25, ya que era el 25 a las once de la noche cuando se realizaba el regreso a Madrid. Esa solución la ofrecimos para no realizar el viaje vía carretera, porque juntar eso, las horas de avión y demás, podía agravar nuestra salud, ojo que hablo de salud.

Esa tarde, vía sms, se nos confirmó que salíamos el martes día 25 de agosto. El texto del sms dice :

"Ya esta arreglado el regreso el martes en la mañana saludos Amaury" del número +535280¿¿??.

El lunes por la mañana nos confirmaron que volábamos, por personal de Solways, y alrededor del mediodía ya nos dieron la confirmación de la hora de recogida a la mañana siguiente para realizar el traslado vía avión, esta vez sí, del Cayo Santa María a la Habana.

Estos son los hechos que pongo en su conocimiento, esperando que obtengamos una respuesta que nos compense sobre todos los problemas, o que nos anime a seguir dando pasos más serios y de carácter más jurídicos.

Que para hacer un resumen son:

- Indemnización por el traslado por tierra con la casuística comentada anteriormente

- Indemnización por la pérdida de 1 día por reposo de los problema de cervicales debido al traslado “por tierra”

- Indemnización por todas las llamadas internacionales realizadas a números internacionales (135.46 €)

Adicionalmente comentar que el Hotel Melia Habana Lujo tiene de todo menos lujo, ya que la entrega de la habitación fue realizada con una deplorable limpieza del aseo. Si a esto le añadimos que se haya a 20 minutos en coche del centro de La Habana y que el servicio de autocares es pésimo, es recomendable que no lo ofrezcáis a vuestros clientes. Si más no, al menos que sean avisados de estas condiciones previamente. El primer dia que estuvimos en La Habana reservamos la vuelta en autocar para las 15.30 horas y estuvimos en la parada de 15 a 16.20 y nadie pasó a recogernos, con lo que debimos coger un taxi. Es un ejemplo.

Como podeís comprobar, hay que dejar todo bien claro, y si por casualidad encontraís un incumplimiento de contrato, negaros a moveros, y que os devuelvan a vuestro origen, en este caso España, de inmediato, de esa manera os tendrán que reembolsar todas las vacaciones, y nada de aceptar lo que no es de recibo, y si os proponen una compensación, in situ, que haya documentos escritos. Una vez de vuelta en España se ríen de uno. Por desgracia la cosa funciona así.

Si hablas con ellos, tu operador , Megatours, le echa las culpas al operador de cuba, VivaCuba, este se las echa al del hotel, ojo, y lo escribo en grande SOL MELIA, que creo que es bueno que lo sepan, que al final son los gestores del hotel, y según VivaCuba, la culpa es de ellos.

Total que tratar con estos señores es perder el tiempo, al final parece que la culpa la tenga Fidel, pobre hombre.

Un cliente nada contento de un mal servicio.

3 comentarios:

Sílvia Raneda dijo...

Buff, vaya aventurita!!! Espero que entre tanto lio podais haber disfrutado un poco de las vacaciones
Besitos

Asor dijo...

Menuda odisea!!!, no os habrán quedado ganas de volver!!, entre el viajecito y el coral de fuego...
sólo te queda recordar como bueno las inmersiones (sin contar lo del coral jejejeje), los paisajes y la compañía, así que ya sabes... haz un huequecito ahí en esa zona que se guardan los malos momentos...
e intenta olvidarlos!!

Cancer Lunatico dijo...

Alucino...
En los anuncios que gestiona google... aparece uno de una oferta de ...

Sol Melià para el hotel Melià las Dunas... pues nada, a ir en taxi de la muerte !!!!!!

Menos mal que los cambian automáticamente... jejejejeje