miércoles, 8 de octubre de 2008

Caminando por el puente de Brooklyn


La vida te da muchas lecciones, te situa en muchas encrucijadas, te hace tomar decisiones, y yo este año, a pesar de la crisis galopante que ya no lo parece tanto por escucharla hasta en la sopa, decidí marcharme de viajes, no es algo habitual, pero necesitaba hacer un reset, un cambio de aires, pero con fecha de caducidad, con billete de vuelta...

Creo que fue un buen bálsamo, en Egipto las experiencias bajo el mar me devolvieron la paz y la harmonía que mi cuerpo y mi alma necesitaban, me imagino que comparable al punto de las personas que se marchan lejos, en busca de la tranquilidad y la paz de la montaña, o del Tibet, o de la posibilidad de ver paisajes maravillosos...

El viaje a New York fue lo contrario, saborear lo que es el caos, el estress, la forma más humana de ser inhumano, pero aún así he disfrutado como un niño de este viaje, pudiendo mirar a la cara a las personas, no sintiéndome nunca inferior a ellos, y viendo como formas de vida que son ensalzadas patrioticamente, a mí, en lo personal no me agradan, no las cambio por nada del mundo.

Y estas dos experiencias me devuelven a mi día a día, a mi guerra laboral, a mi rincón de la escritura, a mi gente, a mi familia, me llevan de nuevo a la solitud de esta oficina a esta hora, porque sí, la rutina es algo divino, sobre todo cuando la has podido romper, cuando sabes que en tu mano está la posibilidad de evadirte, de viajar, de irte a la otra punta del mundo de un plumazo, de poner distancia, tentado... sí... tentado he estado de romper esta barrera que es el no haber aprendido inglés como es debido, tentado de no volver, de buscarme la vida allí, como muchos hispanos, realizando trabajos en restaurantes de comida rápida, o en cafeterías de esas en las que te dan un basito con tapa que vas bebiendo por la calle, o tal vez...jajajaja... pasé por delante de una oficina que tiene el ejército en Time Square, donde está el típico cartel de tu pais te necesita... por qué no?... un par de años, y mi inglés sería presentable... he estado tentado...

Pero me encuentro aquí. Visionando la experiencia de estos días, días que he vivido intensos, con una muy buena compañía en el viaje, con mi prima y el vasco, han sido muy buenos compañeros, tal vez un poco quejicas con los pies, la espalda, los riñones...jajajaja... pero he podido visitar cosas interesantes, vivir los mareos que te entran cada vez que te paras delante de un edificio y levantas la cabeza para mirar la parte más alta, y no te da el cuello, pasar por la estación de Cortland, donde el metro ralentiza su paso, estación en desuso desde lo del 11 de septiembre, las máquinas que trabajan en la zona cero, que ya no sé como la llaman, luchando por levantar algun proyecto bestial, que ya sabemos, renueve el orgullo americano, pasear por Central Park disfrutando de todos los personajes que te puedes encontrar, asistir a la locura de los informáticos que andaban por la Appel Store, en busca de Ipods, Iphone y Pc´s, divisar las vistas desde el Empire States, sufrir por un momento la cuarentena que pasaron millones de personas en la Ellis Island, donde misteriosamente había una zona de enfermedades contagiosas, con una chimenea enorme añadida... y hablan de los campos de concentración alemanes... me rio yo de los yankees... y sí, hablando de Yankees, no fuí a ver su estadio, que viejo y lleno de historias, será derribado en breves fechas, y me recuerda mi viejo estadio de Sarria, que se llevó tantas buenas tardes de mi infancia...o como la furia femenina buscaba por los apartados y diferentes percheros y mostradores del 21 Century algo que le gustara, las miles de discusiones de parejas que enfermizadas por llevar regalos a todo el mundo, olvidaban que lo principal era disfrutar del viaje, ver como chicas entraban en ataque de nervios porque no respiraban buscando los mejores detalles para los allegados, mientras por un momento paraban y miraban a su alrededor, y se daban cuenta de que para ellas no habían escogido nada, y mientras su novio que la quería abrazar para tranquilizarla... no...

Han sido muchas cosas, detalles... sorpresivo el ver la buena figura que tienen las chicas de allí, en otra estancia en un tránsito aéreo que hice hace años en Atlanta, ví muchísimas chicas enormes, la mayoría, con la acumulación de la grasa de una dieta no correcta ubicada en sus espaldas, en sus gluteos... pero mi sorpresa ha sido que en Manhattan la mayoría de las chicas lucen figura espléndida, todas con sus trajes, y sí... sus deportivas, mientras en sus bolsos descansan su calzado de vestir, pero por la calle van cómodas... deben tener una cultura de cuidado del cuerpo excepcional, porque las dietas no son muy sanas... miles de personas comiendo algo por los parques, ensaladas en recipientes de plástico que adquieren en restaurantes de cómida rápida, hot dogs a tuti plen, pequeño bocados de una especie de asados que se hacen a pie de calle en pequeños carritos, y mucha corbata y mucha chica en traje picando algo en medio de alguna plaza urbana... esa es su comida, su forma de vivir...

Más detalles... la soberbia y el temple que tienen a la hora de ser ellos mismos... exagerados, enormes, grandilocuentes, magníficos... asistimos a una actuación de unos bomberos en el hotel Pennsylvania, en un momento presentaron en la calle, y no exagero, más de veinte vehículos, unos trece camiones, hay fotos, ya las pondré, un autocar que hace las funciones de lugar de descanso de los bomberos, varias ambulancias del propio cuerpo, y muchos vehículos todo terreno, que todos llevaban alegorías a los compañeros caídos durante le 11 de septiembre...

Más detalles... que el señor Picasso, o maestro de nuestra cultura, era un enfermo mental... sí, vale, es mi opinión, pero en todas sus esculturas, el pecho femenino tiene un ensalzamiento "bestial", es como el detalle que brilla más en la propia escultura, en el dibujo, o en lo que haga... en el MOMA hay una sección suya, y lo podéis contemplar...

Y por último un detalle tonto, que no sé si ya he comentado, bueno seguro que no... en el viaje de vuelta, y después de haber mirado precios en todos los sitios, te encuentras que en el aeropuerto de JFK hay como una especie de máquina espendedora de "Apple", donde hay IPODS más baratos que en toda la ciudad, 20$ más baratos... es decir buscas como un "gilipollas" por toda la ciudad, sufre las fiestas de los señores judios, que monopolizan el mercado de la fotografía y la electrónica, y resulta que en una máquina espendedora del aeropuerto hay IPODS y cámaras más baratas... la ostia... menos mal que el que yo me había comprado estaba agotado...

Agotado estoy yo, necesito unos días para ir recuperándome, pero parece que todo no está en mi favor, aún así no me voy a hundir, quiero levantarme y mirar hacia arriba, o mejor dicho, en frente, al horizonte, viendo el futuro que se aproxima, mis máquinas también trabajan a destajo, al igual que las que levantan pilares en la zona zero...

P.D. Caminando por el puente de Brooklyn lance un deseo... espero que os llegue a todas las personas que en algun momento o en otro, pasáis por estas líneas.... ya se sabe que no se puede decir lo que se desea, pero en ese momento transmití mucha de la felicidad que un humilde españolito puede tener en ese lugar....Agur

1 comentario:

Micaela dijo...

Nueva York me impactó muchísimo. Es una ciudad llena de vida, de cultura, de miseria...un lugar especial donde la soledad de uno mismo se confunde con la vastedad.