viernes, 26 de septiembre de 2008

Lágrimas... no sé si de felicidad... o de miedo...

Debe tratararse del cambio de estación, o tal vez la llegada de estos días contínuos de lluvia, pero mi carácter ha cambiado, no con esos cambios de humor típicos de los cáncer, esos que muchas veces no tienen ni explicación, y que si por casualidad la tienen, nos aferramos a ellos interiormente, gritándonos a nosotros mismos que debemos seguir en esa postura de cruzarnos... que tontos...jajajaja...

No, es un cambio de sentirse apagado, mañana a estas horas estaré en la cola de la facturación, camino a ponerle las pilas al señor Bush, y si se da el caso, al de las patatas fritas, McCain, o al morenito, que debe ser el primo de Hamilton, el tal Obama, para que de una puta vez se pongan las pilas, y dejen de estropear el mundo, entre invasiones, problemas políticos, y ahora con sus problemas económicos, siempre vivimos a remolque de ellos...

La verdad es que esta sensación de apatía, me lleva al punto de haber perdido un poco la ilusión por muchas cosas, el viaje, el trabajo, pero hay que seguir tirando, así, pretendes encontrar en algún sitio, algo que te motive, me imagino que esto nos debe pasar a muchos, dejamos de mirar lo que nos hacía gracia, de sentirnos felices en el trabajo, ni tan siquiera los gestos cariñosos de nuestra pareja aparecen, y si aparece, pues eso que ni le das importancia...

Pero siempre ocurre algo, siempre hay alguien que te dice algo que te despierta, que te empuja a dar algún paso, hoy mi paso es escribir, y mira que no tenía muchas ganas, pero hoy de pronto he sentido la necesidad de expresar algo, de agradecer algo...

Hace tiempo inicié este camino, camino que me ha llevado a muchas experiencias, a muchas situaciones, personas que han aparecido de la nada, y que de pronto han ido significando algo más que un saludo, un mail, una aparición, personas que están lejos, personas que tienen una vida, y que de pronto vieron en mis líneas unas caricias a sus malos momentos, observaron que en esta vida hay gente que pasa por momentos parecidos, y tal vez se sintieron protagonistas, todos hemos sido alguna vez "bollitos de miel", todos hemos tenido nuestro corazón destrozado, o hinchado del amor que vive.

Algo en común tenemos todos, algo que nos diferencia, es la sensibilidad que poseemos, y que al contrario que mucha otra gente, sabemos manejar, sabemos descubrir donde podemos dar un gritito, donde una pregunta, donde una respuesta, somos capaces de dejarnos querer poco a poco, dejar que alguien que ni conocemos nos vaya acompañando en los pasos del día a día, tal vez porque es lo que desearíamos todos, que nuestra pareja, la que comparte techo con nosostros, el que la tenga, que muestre interés, que nos pregunte como ha ido el día, que nos vaya sacando observaciones sobre cosas que se quedaron en el aire, que nos haga sentir que esas cosas que nos dan vueltas por la cabeza tienen sentido, que no son paranoias nuestras, que muestren interes, que nos hagan sentir interesantes, que me pregunte por mis problemas con la familia, que me cuestione por mi comportamiento en el trabajo, que cotillee conmigo sobre las relaciones tormentosas de mis amigas, que me diga lo que siente por mí aunque sea a su manera...

Esa es la necesidad que tenemos, que tienen en verdad todo el mundo, pero nosotros lo damos, esa es la diferencia, nosotros somos atentos, muchos por no decir todos los que leéis este blog tenéis ese don, esa fuerza que no es fácil de encontrar, y menos hoy en día, sería muy interesante podernos juntar todos un fin de semana, jugar a ser abiertos, a expresar las cosas que tenemos en la mente, como común, los textos, cada uno tendría el suyo preferido, y dibujar nuestras personalidades, nuestras ganas de vivir acompañados, como sí y como no querríamos que fuera nuestra vida, sobre todo eso, sintiéndonos "parte" de algo, no solo por formar una pareja ya se es pareja...

Pero claro, todo tiene su punto de contra sentido, sobre todo cuando das ese punto de caminar al lado, ese punto de presencia, ese punto de importancia, ese punto de seguimiento, ese punto de cariño, porque no eres más que tú, siendo tú... y entonces es cuando llega el problema... surge la necesidad, querer que esos vínculos que se han ido mostrando a traves de palabras y sonidos, se conviertan en realidad, en pausibles, en auténticos, en reales, entonces es cuando llega el dolor y el miedo, cuando tal vez se dibujen las lágrimas poco a poco, por la impotencia de no tener eso que tanto deseas, eso que no creías que existiera, que era una leyenda urbana, que sí, que todo el mundo tiene su carácter, sus problemas, pero sentirse acompañado es mucho, y de pronto te ves envuelto en seda, tomando el mejor capuccino que nunca hayas podido probar, y claro somos humanos, y por humanidad se entiende el no conformarse y quieres más... más ... más...

Me voy por unos días, me marcho con la tranquilidad de haber sido siempre una buena persona, con la felicidad de saber que algunas han iniciado una vida importante, una vida compartiendo techo con ese chico, por cierto me debes un mail, mail en el que hables de tus sentimientos. Me voy sabiendo que otras personas no saben valorar lo que tienen, y siguen llamando a puertas que ya no existen, llaman al muro, al muro que nunca responderá. Me voy sabiendo que por fin se dibuja un fin de semana de tranquilidad después de la mudanza, que lo necesitas, para poder dibujar mentalmente el próximo cuadro de la marina. Me voy con la esperanza de que en tu encuentro vuelvas a dibujar un hombre como el que tuviste hace unos meses, hombre que sabías que no era futurible, pero que te dió justo lo que esperabas y necesitabas, no era él el éxito, eras tú que estabas preparada para recibir eso, ahora no lo estás, así que prepárate. Me voy sin saber nada hace tiempo de tí, de tu médico y de el café que nunca fue.Me voy esperando que vuelvas de tu viaje a ese país centroamericano, para que me cuentes mil historias. Me voy esperando que me dejarás New York bien adiestrada, como tus células, que aunque rebeldes, siempre han sido obedientes. Me voy sabiendo que en Londres y en compañía de tus dos amigas dibujas mil sonrisas, que eres feliz, que sabes que no andas sola en tu nuevo camino.

Me voy con ganas de volver...

P.D. No sé como transmitir buenas vibraciones, ni como recibirlas, solo sé que lo mejor que existe es la comunicación, la interrelación de las personas, la humanidad, no dejemos nunca de ser personas...

Agur...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Que jodido es entender la nostalgia de algo que no se ha vivido.