viernes, 25 de abril de 2008

Mujer : ESCLAVA de sus decisiones

Hace tiempo que quería hablar de un tema que tal vez pueda ser escabroso, o simplemente tan natural que la visión misma del mismo hace que algunos nos demos cuenta de que muchas cosas son simplemente eso, decisiones.

En mi mente siempre he querido ubicar las cosas por algún hilo que las pueda unir, conexionar, tal vez para intentar dar un orden necesario, me imagino que el estar cerca de la locura debe ser algo así como que el caos se implante. Así que de momento, y no sabiendo si en cualquier instante todo cambie, sigo con mi orden de las cosas.

En todos esos conceptos, la mujer, ha sido tal vez el espacio más pequeño, es lo que suele pasar cuando tu edad juvenil hace entender que el mundo está compuesto de muchas cosas, todas importantes. Me imagino que el deporte, los amigos y la fiesta se llevan la mayor parte de esos almacenes o depósitos, pero con un poco de suerte tal vez la familia, el concepto puro de amistad, y los estudios empiezan a tener un pequeño rincón, puede que hasta tengan un cartel identificativo.

Pero la mujer… y no hablo de sus fotos, ni sus videos pornográficos, o las miles de revistas que se devoran cuando eres churumbel, y ahora no seamos remilgados, pero es así, quitando todo eso, la mujer como ente pensante, como persona que tiene su propio funcionamiento, tal vez ocupe un rincón minúsculo, tal vez ni siquiera tenga sus propias estanterías, a lo mejor comparte lugar con otros conceptos vacuos o inertes, como pueden ser los profesores.

Ahora, años después, muchas cosas se han reubicado, me imagino que por desaparición o simplemente porque las comprimes con un buen zip, sabes que son poseídas y que en cualquier momento podrás irte al programa descompresor, y que las volverás a saborear y estudiar sin ningún problema.

Pero la sorpresa es que sin querer hay un cambio radical, ahora la mayoría de espacios van reduciendo su tamaño, pero hay uno que nace cada día, que se va agrandando que hasta tiene cartel de neón, la mujer y su dimensión. He derivado mi vida sin querer a su contemplación, a sentirla cerca, a saber escucharla, a devorar sus palabras para darles sentido, a colocarme en su mente, a utilizar mi empatía, a ser yo mismo.

Después de mucho tiempo, y casi sin desearlo, me hice una clasificación, tal vez absurda, tal vez mezquina, pero a la vez simple y rotunda. Encontré de pronto que solo hay dos tipos de mujeres, que atrevido, que valiente, que iluso.

Uno de ellos corresponde a la mujer que en su vida ha ido quemando etapas, de todos los tipos, tal vez haya cambiado mucho de amistades, de lugares, de ámbitos, de pareja, de trabajo, o tal vez siempre haya sido fiel a todos estos conceptos, que parecen difíciles que formen a una persona, pero que a fin de cuentas la “definen”, esta persona a lo que sí que ha sido acérrima es a tener su vida siempre acompañada, eso es lo que no ha fallado, personas que necesitan tener a alguien, personas que han suplicado atención, personas que han llevado vidas vacías y dolorosas por simplemente no sentirse solas, mujeres que se saben poderosas, como se saben las del otro grupo que todavía no he comentado, pero son personas que entre la mezquindad y necias, han muchas veces ubicado personas en su mundo emocional sin ni tan siquiera representar nada para ellas, y no estoy en contra pero me quedo con el otro grupo.

Ahora tenemos la soledad, concepto doliente, humillante, mortífero, pero por hoy lo vamos a ver como yo lo siento, al menos como yo percibo a la mujer “solitaria”, mujer que cada día me apasiona más. Han querido y posiblemente quieran, pero seguro que querrán, y querrán como todavía no se han dado cuenta de que pueden llegar a querer. Hablo de mujeres que toman sus decisiones ubicando una sala, una sala donde meten todos los despojos de la vida, donde se ubican todas las maravillas, pasando por todos y cada uno de los detalles que forman su forma de ser, su forma de existir. Se encierran en la sala, echan el pestillo, y piensan, valoran, razonan, multiplican, suman, restan, dividen, magnifican, valoran, ensalzan, hunden, ubican cada uno de sus sentimientos, y al final sin saber muy bien como, toman una decisión.

Estas mujeres al contrario de lo que pueda parecer, no están solas, por muy solitarias que se sientan, mienten, no mienten, tergiversan la realidad. Se sienten sin pareja, pero se saben poderosas, tienen tal vez las mayores y mejores amistades que se pueden conseguir, sus relaciones familiares sin quererlo tal vez, se han convertido en pilares que ella sustenta, las acciones que se derivan en casi todos los ámbitos pasan por ellas.

Valientes luchadoras, tal vez viviendo solas, o compartiendo un piso con amigas, o simplemente compartiendo, con todo lo que este concepto puede conllevar, y dicen que están solas… jajaja… estáis conmigo y con mi admiración. Es una decisión vuestra, todas habéis tenido ese hombre que estuvo con vosotras, y no uno, porque ahora ubicadas en vuestra fortaleza que forma vuestro domicilio, vuestra mente y vuestro comportamiento, miráis fuera, esperando como cualquier doncella que aparezca un corcel fuerte, musculado, brillante en su pelo, emitiendo vapor por la nariz, y que sobre su silla porte un hombre, pero ya no esperáis un príncipe, esperáis un hombre en su dimensión más humana, más real, ya no existen los sueños, aunque cada noche imagináis lo más divino que pueda suceder en vuestro descanso, arropadas por una sabana que os ofrece las caricias que parecen nacer de la mano de ese sueño.

Hoy quiero decir en voz alta, que a todas esas mujeres que han estado tiempo sin pareja, que tuvieron, que tienen y que tendrán, les quiero decir que tienen mi admiración garantizada, que seguro que habrá el hombre que las sepa valorar, que no son personas anormales, que no son mujeres malas, ni tan siquiera se puede decir que son extirpadoras del amor, son simplemente mujeres fuertes, que posiblemente interiormente estén muertas de miedo, miedo que no quieren expresar, hasta que comparten su cena con un chico que poco a poco va hurgando, que va buscando el porqué de las cosas, que va buscando ayudar. Mujeres que tienen una vida hecha, una vida que les cuesta abandonar por un hombre sin saber que resultado podrá tener, porque ahora están seguras de sí mismas, viven su día a día, comparten lo poco o lo mucho que tienen, defienden su habitat, cuidan de su gente, disfrutan con los detalles que le regalen, para ellas es mi mejor y más sentida admiración…

Es un placer levantarme cada mañana y escribir si sé que tu rutina recoge leer esto, y de alguna manera poder cerrar los ojos y escuchar mi voz, voz que no sabes como suena, pero que en tu mente y sin saber como, suena agradable, dulce y cálida, porque es como escribo y como transmito… que tu rutina sea buena… que una sonrisa se arranque de tus labios… porque yo sin quererlo sonrío como un tonto mientras escribo…

Agur.

1 comentario:

Unknown dijo...

Un día entré por casualidad a tu blog..hace meses.
Hoy me he sentado con el ordenador para desconectar un poco y he encontrado otra vez tu blog. Mi pareja es cancer, osea que puedes imaginar que tu blog me encanta y me ayuda mucho.
Te felicito por las cosas que escribes y por cómo escribes.
Sigue asi!!
Gracias y mucha suerte