lunes, 12 de abril de 2010

L´arrós al centre !!! ...(El arroz en el centro)



Este fin de semana ha sido diferente, no estaba muy planificado, y casi llegó por sorpresa, ya que por motivos laborales acabamos en Valencia, y la verdad es que ha salido perfecto.

Mis recuerdos de Valencia son interesantes, agradables, vivos, y como no, añorados, ya que en esa zona pasé momentos de mi primera etapa laboral, y como no, de juventud-madurez. En concreto en Cullera, que no es una población costera habitual, me explico. Cullera es el lugar de veraneo de los valencianos, los de la ciudad, es una población que no brilla por nada, pero tiene de todo.

Hace ahora unos 9 años la descubrí por un dolor de estómago, vamos, un apretón, jajajaj... sí tal cual, era así, ibamos a trabajar en Ford, en su planta de Almussafes, y buscábamos hotel, total que pasamos con el coche por delante de un hotel nuevo, y preguntamos precio... al salir, mi compañero y yo hablamos, nos parecía un poco caro... pero los apretones nos empujaron a tomar la decisión, y jajajaj... pillamos la habitación, eso sí, una para cada uno...

Allí empezó una relación especial con Cullera. No sé, es como esas poblaciones costeras catalanas, ubicadas en la Costa Brava, que se nutren de turismo de la zona, es decir, gente de la propia Catalunya, no lugares típicos de turistas extranjeros, que hace que se mantenga la tranquilidad, que haya restaurantes con puntos gastronómicos de calidad, con playas coquetas, con gentes de cultura muy similar, sin discotecas enormes, con sus pequeños pubs, casi se podría decir que el turismo es el mismo de hace años, por decir un nombre, no sé, se me ocurren varios, pero Begur, Llafranc, son lugares escondidos y mágicos...

Pues sí, el finde ha resultado exquisito, la compañía lo valía, jejejeje... mi niña... jajajaja. Pero sin organizar muchos las cosas, todo ha salido redondo. El tiempo ha sido magnífico, y hoy luzco un colorcito de piel que me anima a luchar contra los nubarrones que pueblan nuestro cielo, y es que me miro en el espejo, y sí, me veo morenito, como me gusta a mi, jajaja.. Sí, vanidoso... pero es que se echa tanto de menos el buen tiempo.

Lo mejor del fin de semana, el arroz. Increible la diversidad de arroces, porque allí no lo llaman "paella", sí para los de fuera, para que sepan lo que piden, pero en un restaurante con buena carta sobre el tema, lo llamaran siempre arroz, y los hay de muchos tipos, como el senyoret, a banda, negro, al horno, con marisco, con carne, con bogavante, mil tipos de maneras de hacerlo, y la verdad es que lo bordan.

Nosotros nos hemos comido 3, jajaja, una exageración, pero es que la ocasión y las circunstancias lo valían. El primero el Senyoret (traducido señorito), jajaja... es tal cual, las gambas van peladitas, los mejillones sin la closca, total, que está para eso, para los señoritos que no se quieren manchar las manos, pero de bueno.... bufff...

El segundo de marisco, con su punto, porque tenía algunas judías verdes, pero también bueno, con unas compañeras gambas y cigalas majas... bufff...

Y el último, el negro... pecado, tiene que ser pecado... jajajaja...

Pero el detalle que es común en los tres ha sido algo interesante, y lo explico para que se sepa, l´arrós al centre... traducido (el arroz en el centro). Se trata de que en esa zona, cuando hacen el arroz, en las paelleras, no lo hacen muy profundo, apenas 5 o 7 mm de profundidad, así si pides un arroz para 2 es una paella de unos 50 cm de diámetro, si es para 4, no lo hacen en la misma paellera, y lo llena más, no, lo hacen en paelleras de 70 cm de diámetro, y así va creciendo, 6-8 personas, casi se llega ya al metro de diametro, la idea es la misma, siempre la misma altura de arroz, para que llegue bien sequito y listo para comer.

Ahi viene la gracia, porque la gente de allí, las familias enteras, se ponen la paellera en el centro, y se come de la misma, sin usar los platos, que ni se ponen, y apenas uno o dos en la mesa para los restos de los acompañamientos del arroz, según el tipo que se haya pedido.

El domingo me hizo gracia, en la mesa de al lado había dos matrimonios mayores, que pidieron su paellera, total que la camarera le trae la paellera, y la coloca en medio. Creo que en aquel momento, aquellas personas pensaban que les estaba presentando lo que se iban a comer, a modo dar el visto bueno. Al ratito, los señores la ven pasar y le piden los platos, porque claro, ellas iban todas puestas de domingo, y no entendían la jugada, había que verlas, tan puestas con sus joyas, los labios pintados de una forma exagerada.

La camarera les explica que si lo comen directamente de la paellera, lo disfrutaran, pero que aún así, les trae los platos. Las caras de los cuatro eran un poema, estaban deseando comerlo así, y más cuando vieron que en nuestra mesa, nos disponíamos a dar cuenta del arroz negro directamente de la paellera... jajajaja... al rato su cara era un poema de placer, de auténtico placer, disfrutaban por lo bueno y sabroso, por lo caliente que se mantiene, y por romper una regla en un día que para ellas era muy especial, ya que era día de "aparentar", y sin embargo se veían comiendo directamente de un paellera, y sí, disfrutaban.

Nosotros también disfrutamos, pero no pudimos dejar de observar los detalles. Al final, fueron agradecidos con la camarera, ya que les descubrió algo nuevo, aunque en verdad, creo que si no nos hubieran visto comer directamente de la paella, y disfrutar como disfrutábamos, no se hubieran atrevido.

Os recomiendo el restaurante, Cal Jaume, está en el Palmar, es un pueblecito especial, colocado justo en medio de la albufera, con una carretera que llega al pueblo y que no tiene salida, solo puedes salir por donde entras. El paraje es mágico, interesante, y digno de llevar cámara de fotos, por cierto mañana las colocaré, o si no, pasado mañana. Hace años que disfruto de ese lugar, y de ese restaurante.

Una vez más, he querido compartir con vosotros momentos brillantes de mi vida, para que todo el que pueda, lo disfrute también.

Os deseo una magnífica semana !!!!

P.D. Os recomiendo después de la comida, un paseo en barca por la albufera, relajado, tranquilo, y bien de precio, 4 € por persona, y es bien bien media horita. El embarcadero no está en el Palmar, que los hay, pero más caros. Está en la carretera que va de Valencia al Saler, junto a la misma, hay un embarcadero y zona para aparcar coches, interesante actividad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El don de hacer que las palabras tomen vida, lo posees sin duda...

Estos platillos, los he degustado y disfrutado a la par que te he leído...
En los buenos momentos, como en los malos de nuestra vida, un sabor, un olor, una melodia, una imagen...nos transportan y nos recuerdan sentimientos o emociones.

Hoy en dia vivimos en funcion de nuestra razon, olvidandonos de vivir sintiendo...de vivir con los cinco sentidos.

Un abrazo.