Sobre la amistad... quien la "conozca", que la cuide...

No es mi estilo, el que ya me ha leído, sabe que me gusta escribir de lo que se me antoja, es básico en mi forma de ser, de ahí que lo de "lunático" tenga ese punto, el de levantarte por la mañana, de pronto encontrarte delante de una pantalla, y fluir, hablar...

Hace días, alguien me comentaba que en muchos textos, hablo, me explayo, cuento, explico, narro, y tal vez, después de cuatro párrafos, y de medio post, hago alusión al título, y os aseguro, que lo primero que escribo es siempre el encabezado o título, y nunca lo toco, es tal vez una de las señas de mi forma de escribir, no corregir ni siquiera los errores ortográficos. Por lo que en cada mañana, tenemos una cosa diferente que contar, y tal vez pronto vuelva a hablar de los hombres cáncer, y quien sabe si hasta de los libra...

Esa es parte de la razón de la amistad, estar preparado para el despertar de tu "amigo-a", a partir de ahora hablaré de la amiga, me es más cómodo.

Somos diversos, inquietos, tenemos incertidumbres, miedos, seguridades, dudas, preguntas, complejos, tabus, tropiezos, caidas, saltos, lloros, alegrías, subidas, bajadas, aficiones, momentos, familia, no sé, podría hablar de tantas cosas, tan diferentes somos, que hoy en día ocurren milagros, no hablo de temas relacionados con divinidades ni temas religosos, hablo del hecho de la amistad, de las relaciones humanas más allá de todas las variables e incógnitas nombradas arriba, y que ni siquiera forman una micronésima parte de las muchas que existen.

Sí, tener una amiga llegando por la esquina, al encuentro que se ha improvisado casi deprisa y corriendo, verla venir, con su halo de paz que estás deseando tener contigo, embriagarte en el, sentir su tacto, su calor, porque te hace sentir bien, ese momento, es tal vez uno de los mejores de nuestra vida, y ojo, que solo hablo de lazos de amistad. En el, en el preciso instante que está a apenas dos metros de ti, NO TE PREGUNTAS NADA... si lo haces, algo falla.

Son esos primeros segundos los mágicos, luego, después, pues como siempre, hay que ponerse al día... jajajaja... es así, y más entre mujeres, jajajaja... hablando en serio, la sola imagen de la amistad, aunque solo sea focalizada en una persona física, es de por sí una de las cosas más maravillosas de este mundo.

Pero hasta ahora no he opinado, es difícl que yo me ubique. Por lo que os cuento una historia.

Hace unos años, mi vida era un mar de cambios, mi trabajo lo provocaba, tal vez empezaba la semana en Vigo, para dormir tal vez el martes en Valencia, subir de nuevo a Valladolid, pasando por tal vez Vitoria, y de vuelta, pues eso, a recorrer, Sevilla. Eran pocas las semanas así, lo normal era estar fuera unos quince días, en sitios como Zaragoza, Tudela y Soria... uyyyy Soria...

Allí estuve un año entero de mi vida, seguido, sin pausas... tal vez un día os cuente algunas cosas que me sucedieron allí. Pero hoy va de otro tema.

Soria es una ciudad pequeña, el límite entre ser ciudad y pueblo, es tan mínimo, que no sabes si se trata de lo uno o de lo otro. En sus gentes, machacadas por el clima que es de los más duros de España, encuentras un trato inicial frío, hasta parece que el hielo matinal que convierte el sol en agua, sigue durante todo el día en la cara de los habitantes de la zona.

Pero si rascas, si buscas, encuentras personas magníficas, personas que no están tan acostumbradas a la maldad de la vida de las grandes ciudades, no son tontos, ni inocentes, porque también existen las personas retorcidas, peligrosas, y como no, las atentas, entregadas, educadas, vivas, alegres...

En definitiva, hay veces que te sientes como en un pueblo, practicamente es imposible andar por el Collao, que es una calle peatonal muy agradable, la típica que nace en el ayuntamiento, y muere en la plaza Herradores, lugar ideal para tomar unas cervezas en verano, y que siempre tiene gente, esa calle está siempre poblada, aunque nieve, llueva o lo que sea. Pues allí es imposible no ir saludando a unos y otros.

Sí, se saluda, en Soria se saluda, eso que apenas haces con algunos de tus vecinos, hasta se para uno a hablar, a comentar algo, o simplemente cruzas una sonrisa, y un gesto de la mano o de los ojos, pero todos nos conocemos, o almenos casi todos nos hemos visto alguna vez.

Allí, saber de la vida de los demás, no es un problema, es casi que sin querer, te cuesta no saber, por lo que las vidas en parte se convierten en públicas, pero no como aquí, que publicamos para hacer daño, o para buscar algo donde meter el dedo. No, allí no. Allí se saben las cosas y poco más.

En aquella instancia, yo tuve fases, pero una de ellas fue la de apertura al mundo, y de esa apertura, nacieron lazos de principio de amistad, en concreto con una chica, y no, no hubo nada más, aunque me da igual lo que se piense, en aquellos tiempos yo era libre, sin compromisos...

Esa chica acababa de tomar dos grandes decisiones en su vida, una importante y básica, dejar a su actual pareja, vivía un infierno en secreto, eso es otro de los problemas de los pueblos o ciudades pequeñas, que muchas personas viven vidas imposibles, durísimas, hasta el punto de dejar de sentirse personas, pero el tener que explicar las cosas, porque hasta ese momento, cara al exterior, tu relación era fantástica, tener que mostrar la verdadera cara del dolor y de las miserías que habías tenido una y otra noche, aquello era horrendo pensarlo. Y así seguía, ocultando y sufriendo, martir de su falta de voluntad.

Esa decisión la cambió, ayudada y respaldada, porque en esos momentos necesitas del apoyo externo, y lo tuvo, en mi, y sobre todo en su gran amiga de toda la vida, hasta compañeras de trabajo eran y todo.

Y tomó la segunda decisión una vez acabó con aquella mentira, llena de dolor y herida. Se fue a vivir con su amiga. La vida parecía que empezaba a regalarle un poco de alegría, atras quedaban tiempos malos, pero no había que mirarlos, era lo que le decía un día y otro, que se levantara, que observara el amanecer, y que fuera para el trabajo, que encontrara en la nueva rutina, el esplandor que te da la vida, las opciones, el poder elegir sin que nadie te corte las alas.

Las veía juntas, unidas, fuertes, se complementaban. Pero aquí hay algo, algo que siempre he observado, la complementación. La amistad entre hombres es, dígamos, suma, uno le da al otro, y el otro al uno, pero es muy complicado ver a hombres amigos compartir piso sin más, tal vez porque somos más necesitados de nuestro propio espacio vital.

Sí es cierto que nos necesitamos, que pocos hombres son amantes de los deportes en solitario, porque siempre se sienten mejor si tienen amigo al lado, y que ese amigo suele valer para todo, para las aficiones comunes, para la cerveza en el bar, para compartir charlas, y como no, para compartir la fiesta, y hasta si hace falta, para compartir la búsqueda de mujeres... jjajajaa...

La mujer no, la mujer es capaz de tener 50 actividades en el día, y en ellas, diferentes todas, puede tener muchos puntos de conexión con personas que las encuentra en cada una de las actividades, y de allí, tal vez nazcan amistades, sean en lo laboral, en el gym, en el restaurante, en las clases de inglés, en las de informática. La mujer se complementa, no es suma.

Así que para mí, y es mi opinión, no existe la amistad tal cual, en el aspecto de la suma del hombre, es como una conexión entre dos mujeres, que una a la otra le dan cosas que no tiene, es difícil que en una amistad entre dos mujeres, no haya un rol marcado, no hablo de una autoridad, no, hablo de que cada una tiene una función, no escrita ni reglada, pero la ocupa, y está ahí, por lo que esa unión coge forma esférica, y rueda infinitamente, siendo tal vez la amistad entre dos mujeres que se complementen perfectamente, lo más imposible de romper o de desunir que exista en el mundo.

Pero que pasa cuando una de ellas cambia el rol, por lo que sea ?

Ahi ya no es lo que teníamos al principio, la persona que se te acerca, al encuentro, con su halo... halo? qué halo... tal y como la ves, ya estás teniendo en la mente cosas que no son correctas, no dibujas la misma sonrisa, tal vez te preguntas cosas, dudas... y ya no hay la misma conexión, albergas esperanzas de que cuando ese día os separéis, todo vuelva a ser como antes... pero sabes que nunca más volverá a serlo, porque ya no te complementa como antes.

Es entonces momento de dejar la amistad?

No, nunca, eso es el mayor de los errores. Dejar una amistad por el mero hecho de que ya no volverá nunca a ser lo mismo, es un error que mucha gente comete. Y el problema no es de la otra persona que ya no te da lo mismo. Por ejemplo, puedes tener una amiga de toda la vida, con la que te une muchísimo, tanto emocionalmente, como físicamente, y ojo, hablo de mentalidades parecidas y complementarias, y de muchas horas de estar juntas haciendo lo que sea, actividades físicas, salidas nocturnas, paseos...Y qué pasa cuando esa amiga se casa, y ya no te digo si tiene hijos.

Hay personas que cuando lo han tenido todo de una persona, y todo es todo, y de pronto no lo pueden tener, no tienen paciencia, encuentran que la vida que ha tomado es equivocada, cuando lo que debes hacer, es permanecer al lado, ayudar, y esperar y estar ahí.

Por eso opino que siempre hay que ir en busca de la otra persona, suceda lo que suceda, y decirle simplemente que has sido feliz con ella, y que lo seguirás siendo, tal vez desde otro punto de vista, y desde otra ubicación, pero se lo dices ... eso sí, no pretendas encontrar lo que fue, porque lo que ocurrió, es eso, mirar al pasado... y no es la base de una vida digna, el momento de las personas es el presente, y el destino es el futuro...

Yo me levanto cada mañana y miro el horizonte, y normalmente el amanecer...

Tener amistad es lo mejor que podemos tener...

Buen fin de semanas amigas...

P.D. Aquellas chicas nunca volvieron a ser lo mismo, cambiaron su rol, y tuvieron vidas separadas para siempre, y se perdió el contacto entre ellas, y todo por querer volver a tener lo que tuvieron. Hoy sus vidas son ... son suyas...

Foto de plaza herradores... que buenas las cervezas en sus bares, tomándola ahí en medio...