Entre lo laboral... y lo emocional... crisis asesina...

Ando estos días preocupado, en parte por este virus extraño que llevo encima, porque es raro, tal vez se trate nada más de una gripe convencional, o de un resfriado fuerte, muy fuerte, ya que el dolor es múltiple, muscular, de cabeza, tos, la garganta irritada, mucosidad, vamos, un cuadro, soy cualquier cosa, menos poseedor del sex-appeal, jajaja...

Pero lo que de verdad me lleva un poco torcido, es la evolución que está teniendo todo a nuestro alrededor debido a la famosa, y enquistada crisis. Es cierto que fue algo que llegó, y que todos vimos venir, cada uno a su manera y su forma, desde prismas diferentes ya que todos tenemos vidas particulares. Pero lo que no teníamos ubicado en nuestro raciocinio, era el ver que se iba a quedar, que sus semillas germinarían, y que ahora, las raices, que son su base, se expanden por doquier.

Mi entorno más cercano sufre sus consecuencias, amistades básicas en mi mundo, están añadidas a esas listas de anónimos que incrementan cada vez más un tanto por ciento, que de verdad, da miedo, ya que nadie nos explica sus verdaderas dimensiones, porque nos hablan del 20,5 % de parados como si tal, pero me gustaría que se desgranara la verdad, es decir, que se quitaran a niños, estudiantes, personas que no están apuntadas al paro, jubilados, y que de los que quedaran, se extrayera del grupo a los funcionarios, y entonces, tal vez nos diéramos cuenta del problema.

Así, te vas adecuando a situaciones que nunca hubieras imaginado, como que personas y más personas de tu entorno, veas ir aumentando esa lista. Asumes esos despidos como algo "normal", cuando nunca debería ser así, y lo dice uno que con el tiempo, formará un nuevo sindicato, nada de izquierdas o derechas, de CCOO o UGT, y menos todavía de CGT, no, mi sindicato será diferente, pero para ello queda tiempo, soy joven todavía, y mi lugar está ahora aquí.

Y sin embargo, hay cosas que la crisis rompe, o que la excusa de la crisis rompe. Esas cosas son hilos que invisibles unen a las personas. He estado en empresas enormes, cuando digo enormes, hablo de empresas con miles y miles de empleados, tanto trabajando en plantilla, como proveedor, instalando cosas en sus líneas, hablo de Nissan, Opel (Figueruelas), Citröen (Vigo), Fasa-Renault (Valladolid), Ford (Almussafes), no lo puedo negar, en mi trabajo de ingeniero, he podido ver a muchas personas, muchas culturas, muchas regiones. En estas empresas eres un número, nunca en la vida te puedes llegar a sentir tan poco "persona", laboralmente hablando, como en ellas, y lo que parece un defecto, es una virtud, porque en estas situaciones, los arraigos y los apegos son mínimos, vas a la tuya, vives tu momento, tu lugar, y tu entorno, pero no te preocupa nada más. No te quita el sueño estar o no estar, simplemente vives una etapa de tu vida laboral.

Pero qué pasa en la empresa pequeña. También las conozco. Una de las mayores fustraciones y fracasos de mi vida sucedieron en una empresa así, sí, de esas en las que el jefe, no es solo el jefe, es el dueño, el que pone la pasta, y el que la gana, sobre todo eso, el que la gana. Pero no era una empresa de cuatro o cinco empleados, no, eran casi 90, pero aquello funcionaba como un cortijo, bueno, puede que haya personas que no conozcan este término. Cortijo es una explotación de ganadería o simplemente de agricultura. Suele ser un lugar donde hay un dueño, o terrateniente, en su defecto un apoderado o encargado. En ella viven en casas aledañas a la del amo, empleados, gente que labra la tierra, o que maneja el ganado. Así, el cortijo propiamente dicho, es como se define a esto que he comentado, en tierras andaluzas, sobre todo en Granada, y llevar el tema como un cortijo, es eso, el amo y señorito manda y decide, a su bien y por su bien.

Pero no hablo de esto, no, hoy hablo de las pequeñas empresas que son una unión, o que parecen ser una unión, hablo de esas oficinas en las que la gente va por la mañana a trabajar con una sonrisa, pero no forzada, no, van con ella puesta porque lo sienten, porque creen que forman parte de algo importante, porque se excitan sabiendo que con su trabajo, esa empresa o unión será cada día más fuerte. Esas sensaciones son increibles, maravillosas, yo creo que no las he llegado a tener nunca, bueno, sí, una vez, en Soria, y fuí el hombre más feliz del mundo, no lo niego, ni lo negaré.

Esas situaciones hacen crecer más actos, más acciones, porque de esa lucha, de ese coco a codo, de ese roce, acaban naciendo más lazos, más fuerzas, y de pronto te ves metido en algo que te supera, algo que te hace estar bien, seguro, feliz, y que de ello deriva que tu entrega, implicación y focalización sean máximos, pero sin que signifique un sobreesfuerzo, o almenos que notes que es un sobreesfuerzo, porque en sí, claro que te extralimitas.

Además suelen surgir cosas más complicadas de manejar, las uniones emocionales, y con mi eterno enemigo, la figura del jefe. Bufff... tema complicado, tal vez para tratar a solas, el jefe. Mi enemigo, y a la vez mi pasión, tal vez es como la figura del padre, barrera y pared en la que chocas una y otra vez, llegando a perder los nervios.... y sombra de la que no te quieres separar, ya que te sientes gobernado y protegido.

Sí, se establecen vínculos afectivos y emocionales, que llevas más allá de los límites normales, porque en ellos encuentras cosas que tu entorno no te da, ves guía, ves juicio, ves fuerza, ves objetivos, ves ganas, ves ilusión, ves recompensa, ves algo que se puede llamar equilibrio, y de ello extraes tanto bueno, que solo lo ves como bueno, y así se ubica en tu mente, así es, porque así se lo ha ganado. Y bien está... pero no lo olvides nunca... es un JEFE.

Pero la crisis está aquí para cambiar a las personas, es así, no deja a nadie impasible. Conozco trabajadores que nunca, digo nunca, has visto descansar, personas que a pesar de tener su trabajo, el fin de semana han estado echando una mano a amigos, a quien sea, currantes natos, que ahora están en las listas del paro, y que ves que no mueven un dedo por salir de ellas, con la excusa de que no es el momento, que no hay ofertas, que... lo entiendo, es lógico, pero lo que vengo a decir es que la crisis varia el comportamiento de las personas, y que nadie piense que critico, para nada, solo expongo.

Pues a un jefe, a un jefe, la crisis lo mortifica. Saldrá lo peor de él, y por un momento creerás que la vida te falla, que no puede ser, pero no, es así, es real, los intereses priman, y los objetivos que se marcaron hace muchos años, esos que compartías, y por los que luchabas, prevalecerán, mantener la empresa, el nombre, será el objetivo, aunque tal vez los compañeros de viaje elegidos no sean los ideales, seguro que no lo son, pero son los elegidos, y no se puede hacer más.

Así que preparar tus alas, vuela alto, mira el horizonte, y siente que la gente que te quiere, está contigo, como tú has estado con todas las personas que han pasado por algo parecido, y que pasarán. Esas son mis palabras que digo, y me digo. Por que por desgracia hoy me puede tocar a mí, y mañana a ti... quien sabe ???

Y eso que todavía ando griposo... !!!!

Dulces besos para todas...


P.D. Bienvenida Venus... espero que tu estancia entre nosotros sea terrenal y larga...