Acaba un año de locura... empieza otro de penitencia...

No me puedo quejar, no lo suelo hacer, es una de las cosas que menos me gusta de la gente, el quejarse por forma de comportamiento natural, me gusta más luchar, buscar un sentido a las cosas, enfrentarme, aunque a veces el día a día no te deja la energía suficiente para llegar a casas, abrir la puerta, y con ello abrir mil problemas, que por repetitivos, por nuevos o por desconocidos, te abruman y te machacan.

Pero no, ahora no estoy así, ni mucho menos. Este año he tirado la casa por la ventana, sí, ha sido una locura, Granada, Galicia, Cuba, Egipto, Cerdenya (Sardinia como la llaman ellos) y por fín Roma. La verdad es que visto desde la distancia, y tal vez leído, suena extraño tanta mezcla, ah y sin toser ni siquiera, que digo yo que tanta gripe nueva e historias, pues como que yo no la he pillado, o al menos puede que no se me haya reproducido y se encuentre dentro de mi incubándose... jajajaja...

De todos los viajes, el que más me ha impactado ha sido este último, pena de solo haber tenido dos días completos para visitar cosas, y como tenías razón Monna, la fontana de Trevi hay que verla al amanecer, no lo hice y me arrepiento, no te imaginas de que forma, porque si con mil turistas ya es preciosa, pues ni te cuento con la solitud de los rayos de sol y tal vez alguna pareja que está acabando su noche de fiesta...

He pasado un fin de semana fantástico, en una ciudad que no me llamaba la atención, pero que tal vez por ello, me ha desarbolado, o mejor dicho, me ha superado... ha sido una experiencia, y no voy a versar sobre los pros y los contras, porque para ello necesitaría realizar más viajes y más visitas, y así poder tener derecho de palabra amparado en un conocer más extenso de sus monumentos y sus virtudes. Pero me atrevo a decir que vale mucho la pena.

La tenemos cerca, apenas a una hora y media de avión, además es destino de compañías de bajo coste, en nuestro caso Vueling, que por cierto, en la ida cap problema, pero en la vuelta sí que tuvimos un retrasillo que casi me deja sin poder ver a mi equipo del alma, el Espanyol, pero esto es otra historia...

La ciudad como tal tiene unos servicios eficientes, aunque para mi gusto un poco excasos, ya que por su magnitud y tamaño, debería tener una mayor cobertura de metro, ya que solo existen dos líneas, pero el tejido de bus es bastante correcto, un detalle, el 75 es el que mejor va si te dirijes a la zona del Trastevere y duermes en los alrededores de Termini, gran estación central de bus, tren y metro.

Mi consejo es buscar un hotel en zona que esté bien comunicada, no es tan importante la ubicación del hotel respecto a los monumentos, porque están algunos bastante separados, así que mejor que tenga buena comunicación, y la zona cercana a Termini es buena, por tranquila y porque en 10 minutos estás en cualquier lugar de la ciudad.

Iré hablando de mis sensaciones, pero lo que más me marcó fue la capilla sistina o sixtina, no me queda claro, porque al final ya no sabes si lees italiano o castellano o lo que sea. Increible estar allí dentro, parar, mirar hacia arriba, embriagarte con las figuras que parecen cobrar cuerpo, relieve, vida, que transmiten, y Miguel Angel decía que no sabía dibujar, que no era pintor... bufff... de lo que más me ha llenado en este viaje, la pena es que la estancia es corta, porque en aquel espacio se agolpan cientos de personas, con una expresión extendida por existir señores que guardan el orden, que prohiben hacer fotos, que exigen silencio, y que te hacen circular cuando creen que se tiene que liberar el espacio. Es un lugar en el que estaría horas, disfrutando de los detalles, se ha ganado mi vuelta en algún momento.

De la noche, poco ví, si que os puedo decir que en Trastevere, que es un barrio digamos de la calle, pero que es una zona llena de restaurantes coquetos, de pizzerias de nutrida concurrencia, y de gente de allí, no solo turistas, es donde por la noche vi más movimiento, muchísimo movimiento, la verdad es que se nota el carácter latino, con mucha gente charlando en la calle, compartiendo una copa, es de largo uno de los otros motivos que fundamentan volver, eso sí, que durante ese día no hayas caminado lo que tocó caminar en este viaje, porque a las doce de la noche parecemos cenicienta, ya buscamos la carroza y la cama... jajajaja...

Un detalle, para los "listos", en este fin de semana pasado, y por coincidencia, se celebraba creo que era el día mundial de los monumentos históricos, o algo así, y para nuestra sorpresa la entrada en muchos sitios era gratuita, vamos que dimos el campanazo, jajajaj... y lo descubrimos por casualidad, ya que no teníamos previsto entrar a ningún lugar, pero al verlo, pues nada, a aprovechar, que valió la pena vamos !!!

Así que si tienes pensado visitar la ciudad, piensa que en septiembre del año que viene se volverá a celebrar esa fiesta, y que podrás aprovecharla, pensar que muchos sitios para poder acceder a verlos, tienen precio de entre 5 y 12 euros, es decir que te dejas una pasta, el museo del vaticano 12 euros, el coliseo y los foros romanos 12 euros, el castillo de Sant´Angelo también está en 12 euros, y así mil sitios más, Villa Medici y bueno una lista interminable...no olvideís que soy catalán, jajajaj... hay que mirar por la pela.

Pues sí, ahora me llega la penitencia, y tiene que ser larga, porque me voy a meter entre cuatro paredes que quiero que sean mías, jajjaja... mejor dicho, del banco, y claro para esto hay que empezar a ser más consecuente, y utilizar la cabeza, o para un negocio del siglo, o para gestionar los pocos recursos económicos que la vida nos permite tener, pero no me agobio, me da que las uvas de este año me las voy a comer muy bien acompañado y una ciudad de ensueño, pero esto es cosa de otra índole... jejejeje... que todo lo quereís saber... jajajaja...

Iré contando más cosas... por cierto, sigo debiendo fotos de Cuba, de Mar Rojo, de Cerdenya y ahora de Roma... jajajajaja... que mal lo tengo !!!!!... pero todo acaba llegando...

Os deseo una buena semana a todos y todas...

Un beso dulce de buenos días...
P.D. Ayer vi la película de Gladiator, sublime, melancólica, interesante, y por un momento entendí la grandeza que era el Coliseo, que hoy en día es colosal, valga la redundancia, pero que en aquel entonces era producto de lo imposible... pronto volveré Roma, pronto...