Me gusta...

... levantarme a tu lado, ver que estás ahí, silenciosa, abrazada a tus sueños, navegante de los momentos que viviste en el fin de semana, me apasiona verte dormida, tranquila, plácida, ver como tu pelo desordenado cae por tu rostro, sentir tu respiración, notar el calor que emana tu cuerpo, tu piel suave, dulce, agradable, sentir su tacto...

... me encanta que el despertador te agite, te haga girarte, me lo acerques, lo pare, y que sin darnos cuenta te entrelaces conmigo, como siempre haces, te ubicas, te remueves, buscas la posición en la que estás cómoda, buscas mi cuerpo, te acercas, estás, vives, me notas, soy, compartimos, me abrazas, te abrazo, y así de nuevo cierras los ojos, en medio unos besos matinales, y palabras que suenan a música celestial...

... disfruto mientras de nuevo siento como te relajas, entre mis brazos, apoyada en mi pecho protector, como dejas que mi presencia te acompañe de nuevo al reino de morfeo, como poco a poco noto el peso de tu cuerpo, la respiración, como los ojos sin casi darte cuenta los abres un par de veces, como queriendo comprobar que sigo ahí, que no solo mi calor, o mi respiración te lo dicen, necesitas verlo, y lo haces, sonríes y te duermes poco a poco, mientras te acaricio muy suavemente el pelo, empezando por la nuca, y acabando en las sienes, con mi mano libre, mientras la otra está debajo de tu cuello, sirviéndote de apoyo y almohada...

... me apasiono viéndote así cada mañana, porque cada despertar es un regalo, estar vivo y atento en esos momentos es una maravilla, vivo despierto un sueño que vivi dormido en miles de horas, a veces creo que todo será eso, solo un sueño que se prolongó en una noche de verano, de esas noches que parecen que nunca van a acabar, que tu mente juega a tenerse ocupada en miles de situaciones que frágiles, como los sueños, viven en tu mente, pero no, hoy he vuelto a vivirlo...

... me gusta despertar a tu lado mi niña...